El Barça B vuelve a la senda de la irregularidad. El filial azulgrana, a pesar de venir en un gran momento de forma con dos triunfos en fila, cayó de forma contundente en casa (1-2) contra el Numancia. Los dirigidos por Rafa Márquez fueron neutralizados por su rival de turno desde el comienzo del encuentro, en especial a partir de los dos goles tempraneros que recibieron. A partir de allí el conjunto culé apenas tuvo una pequeña reacción con el tanto de Víctor Barberà, pero fue insuficiente.
Dos golpes desde el inicio
Los primeros minutos fueron crueles para el equipo catalán. En menos de un cuarto de hora el Numancia consiguió dominar el encuentro con el tanto de penalti de Rubén Mesa tras una falta de Chadi Riad y posteriormente el de Arthur Bonaldo. Esos dos golpes consecutivos noquearon rápidamente al elenco de Márquez, que no pudo mostrar lo mejor de su fútbol en gran parte del compromiso.
La intensidad del equipo soriano no pudo ser igualada por parte del Barça B, que apenas tuvo algunos acercamientos por la picardía de Ilias Akhomach en los metros finales. Pero el colectivo no estuvo aceitado para superar la propuesta del contrario. Esa situación, sumado a la desventaja en el marcador, fue un muro gigantesco para el filial culé.
La tardía reacción del Barça
Con esa diferencia a su favor, el Numancia solo tuvo que mantener la intensidad del primer tiempo. El cuerpo técnico de Rafa Márquez intentó agitar el encuentro con el ingreso de Luismi Cruz y Fabio Blanco, dos perfiles netamente ofensivos. Esos cambios le dieron más peso a la parcela ofensiva del Barça B, que tuvo una alegría en los minutos finales con el tanto de Víctor Barberà. Pero la reacción del equipo fue muy tarde como para soñar con un empate.