El gran robo que sufrió España en un Mundial
El combinado español fue eliminado por Italia tras unas semifinales muy violentas
22 noviembre, 2022 23:27España solo ha ganado un Mundial. El de 2010, en Sudáfrica, con el eterno gol de Andrés Iniesta en el minuto 116. Mucho antes, en 1934, la selección española fue la "campeona moral" del Campeonato del Mundo que se celebró en la Italia de Benito Mussolini. Pero en los cuartos de final sufrió un robo de proporciones siderales ante el combinado local.
Con Zamora, Quincoces, Gorostiza, Lángara y Luis Regueiro, España tenía un equipo maravilloso. El 31 de mayo se enfrentó a Italia en Florencia en un partido duro. Violento. Con lesionados en ambas selecciones y con el árbitro, el belga Louis Baert, mirando hacia otro lado tras cada acción salvaje de los locales.
El gol ilegal de Italia
España jugó mejor pero Baert impidió que ganara el partido. A los 30 minutos, Luis Regueiro marcó para la selección española. En el último minuto del primer tiempo llegó la jugada más violenta del duelo. Giovanni Ferrari marcó para Italia después de que Angelo Schiavio hiciera una clara falta a Zamora. Tan clara fue la acción que el genial portero español acabó con dos costillas fracturadas.
Italia marcó un gol ilegal y a España le anularon un gol legal. "Nos han birlado el partido", manifestó, dolorido e indignado, Zamora tras la primera batalla de Florencia.
El desempate
La segunda se disputó al día siguiente. En el mismo escenario. Lángari y Errasti, lesionados, no pudieron jugar. Italia ganó por 1-0 gracias a un gol de Giuseppe Meazza para satisfacción de Mussolini. En la final, Italia superó a Checoslovaquia por 2-1.
Los jugadores españoles se fueron enojados de Italia. Siempre les quedó el consuelo del recibimiento que tuvieron en Madrid. Pero nadie les quitó la sensación de que eran los mejores de los 16 equipos que participaron en la Copa del Mundo de 1934. Argentina, Brasil y Estados Unidos fueron la representación americana y Egipto fue el primer país africano en participar en un Mundial. El de Italia, en plena dictadura fascista, también fue indigno, tanto o más que el de Qatar.