El día que la Francia de Zidane ridiculizó a Le Pen
La selección gala ganó su primer Mundial tras las críticas del dirigente ultraderechista
22 noviembre, 2022 12:21La extrema derecha alcanzó notoriedad en Francia en los años 90. Jean Marie Le Pen, el líder del Frente Nacional, utilizaba un discurso xenófobo para atraer a nuevos votantes en momentos de gran incertidumbre económica. Culpaba a "los extranjeros" de los problemas del país y se mostró muy crítico con la configuración de la selección francesa en 1996, dos años antes de que organizara el Mundial.
Le Pen atizó a Aimé Jacquet por citar a futbolistas como Karembeu, Zidane, Lama y Desailly, con antepasados argelinos o de otros países africanos. “Es artificial que hagamos venir jugadores extranjeros para bautizarlos como equipo de Francia. La mayoría no lo canta, o visiblemente no se saben La Marsellesa”, manifestó el dirigente fascista.
La respuesta del seleccionador
Las declaraciones de Le Pen indignaron a los futbolistas. Podían haber tenido un efecto devastador en la convivencia de la selección, pero Jacquet supo gestionar el problema. “Yo no respondo a un payaso ni a cosas grotescas”, fue la respuesta del seleccionador galo.
La Francia multicolor de 1998 estaba liderada ya por Zidane, un futbolista nacido en Marsella de ascendencia argelina. El centrocampista fue la gran estrella de la selección gala en un Mundial en el que España no pasó la fase de grupos y fue la sentencia para Javier Clemente.
Los partidos de Francia
Francia, con un equipo muy físico, superó a Sudáfrica, Arabia Saudí y Dinamarca en la primera fase. En octavos de final ganó a Paraguay por la mínima (1-0) y superó a Italia en cuartos por su mayor acierto en la tanda de penaltis. En semifinales derrotó a Croacia por 2-1 y su mejor partido llegó en la final ante Brasil, que era la vigente campeona del mundo.
La previa de la final fue movida en la concentración brasileña. Ronaldo tuvo convulsiones la noche anterior pero jugó el partido decisivo por presiones de todo tipo. Francia se impuso con mucha autoridad (3-0) con goles de Zidane, Petit y Desailly.
La victoria de la Francia multicolor silenció, o casi, a Le Pen. Los periódicos hablaron de "lección de humildad" y las celebraciones en París y en muchas poblaciones francesas fueron sonadas, con personas de todas las razas celebrando el primer Mundial de su selección. Jacques Chirac, entonces presidente de la República, se refirió a los campeones como "esta Francia multicolor y ganadora". El fútbol calló al fascismo y al racismo.