Leo Messi lo ganó todo con el Barça. Hasta 35 títulos, entre los que destacan 10 Ligas y cuatro Champions. Con Argentina, en cambio, tiene una deuda pendiente. Una deuda que le atormenta desde 2006, cuando debutó en Alemania. Ha participado ya en cuatro Copas del Mundo y nunca se ha proclamado campeón. Esta será la quinta y, probablemente, la última, según se desprende de sus recientes declaraciones. Para muchos, no resiste comparaciones con Diego Armando Maradona, campeón con la albiceleste en 1986 y subcampeón en 1990.

 

En Brasil, en 2014, Messi estuvo muy cerca de la gloria. Pero Argentina perdió contra Alemania en la prórroga (1-0). Maradona, en cambio, se proclamó campeón del mundo con una selección de medio pelo. Eso sí, dirigida por Bilardo.

Balón de Oro

Único futbolista que ha ganado el Balón de Oro en siete ocasiones, a Messi le falta un Mundial. Es una pesadilla que le atormenta. Pero también un reto. Y Qatar, posiblemente, sea su última oportunidad. Ya tiene 35 años, aunque nunca se sabe con Leo.

El camino a la final comenzará este martes contra Arabia Saudí. Argentina no debería tener muchos problemas para sumar los primeros tres puntos de un grupo en el que también están México y Polonia, dos selecciones de clase media.

Leo Messi, durante un partido con el PSG esta temporada 2022-23 / EFE

Leo Messi, durante un partido con el PSG esta temporada 2022-23 / EFE

Messi parece que llega al Mundial en un gran momento de forma, muy delgado y tras exhibir su mejor nivel con el PSG.

Futuro incierto

Esta temporada, Messi ha participado en 13 partidos de la Ligue1 y en cinco de la Champions en los que ha marcado 11 goles y ha dado 14 asistencias. Su actual valor de mercado, según Transfermarkt, es de 50 millones de euros.

Con contrato con el PSG hasta junio de 2023, el futuro de Messi es incierto. Difícilmente regresará al Barça y el club francés ya ha iniciado los contactos para prorrogar su vinculación. Otras fuentes, en cambio, apuestan por su fichaje con el Inter de Miami, de David Beckham, pero ahora tiene una misión sagrada en Qatar: ganar el Mundial y reivindicarse como el mejor futbolista de toda la historia.