Este pasado fin de semana fue de emociones fuertes para David Villa. El Guaje recibió un sentido homenaje de todo el valencianismo en Mestalla, justo antes del partido disputado contra el FC Barcelona, y aprovechó además para recibir una camiseta honorífica del Barça --de la mano de Joan Laporta-- y charlar con varios de sus excompañeros en el equipo blaugrana, como Xavi Hernández, Sergio Busquets y Gerard Piqué.
Pese a que supo contener las lágrimas, alucinó con el ambiente cuando saltó al césped en los prolegómenos del partido, junto a sus tres hijos, poco antes de dar el saque de honor y ser vitoreado por todos los presentes. No es para menos, puesto que la carrera de David Villa está al alcance de casi nadie en el mundo del fútbol. Es el máximo goleador histórico de la selección española, lo ganó absolutamente todo con el FC Barcelona y, después de haber pasado por múltiples equipos, se retiró hace tres años para dedicarse a lo que más le gusta: su familia, naturalmente, y el desarrollo de sus negocios empresariales.
Propietario de un club en Nueva York
Entre ellos, el que más destaca es la compra de un club: el Queensboro FC (Nueva York), equipo perteneciente al barrio de Queens, que es donde estuvo viviendo mientras defendía la camiseta del New York City hace ya algunos años. Se trata de un negocio que gestiona mano a mano con el empresario Jonathan Krane, un pez gordo de los Estados Unidos, así como con la presentadora y exfutbolista Aly Wagner.
El Queensboro nació con la voluntad de unir una de las zonas más cosmopolitas de Nueva York, donde conviven más de 150 nacionalidades distintas y donde se hablan alrededor de 130 lenguas, con una población que supera los dos millones de habitantes. Villa, de esta forma, sigue la estela de otras estrellas que también se han hecho con la propiedad de clubes, como Gerard Piqué en el Andorra FC, Ronaldo Nazário en el Valladolid o David Beckham en el Inter Miami.
En esta línea, el exjugador del Barça ayudó a financiar la construcción de un nuevo estadio y, meses atrás, detalló los puntos clave del proyecto: "Hemos empezado a seleccionar jóvenes jugadores locales y hemos creado un programa de residencia para chicos con los que empezaremos a competir en un equipo Sub-19", señaló. Desde marzo de este mismo año 2022, el equipo ya está compitiendo en la USL Championship.
Comprometido con el fútbol del futuro
El auge del Queensboro FC no es el único negocio que David Villa ha impulsado con el fútbol como eje central. Hace seis años --tres antes de su retirada--, el Guaje puso en marcha la DV7 Soccer Academy, generando así una red de puntos de formación para jóvenes promesas en España, Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana, China, Tokyo y Canadá, aunque está previsto que siga expandiéndose.
Gestor de empresas y derechos de imagen
En 2018, además, compró acciones de la empresa FootballAim, propietaria de la aplicación de gestión deportiva que conecta equipos, técnicos y futbolistas. Y se autogestiona los derechos de imagen mediante dos entidades, que dirige él mismo junto a su mujer, Patricia González, y un conjunto de asesores.
Una de las agencias es la Sociedad de Imagen Villa Sánchez SL, ubicada en Langreo, y la otra es la Sociedad de Inversiones Villa y González SL, con domicilio en Valencia y un capital social de más de dos millones de euros. A través de dichas sociedades, David Villa ha gestionado a lo largo de su carrera contratos millonarios con marcas prestigiosas como Adidas, Mahou, McDonald’s, MaxiBon, Big Cola, Giorgi, Gameloft y Electronic Arts.
El exfutbolista asturiano también es administrador de Langreo Plus SL, una sociedad que carece de actividad a día de hoy, y del holding Villa & Oñate, fundada junto a su representante Víctor Oñate en 2017.
Inmerso en el sector inmobiliario español
Por último, otro de los sectores que gusta a la familia Villa es el inmobiliario. En 2013, el matrimonio se compró una casa en una de las urbanizaciones más exclusivas de Ibiza, en la playa de Talamanca. Y cuando era jugador del Barça, invirtió en dos áticos que le supusieron un desembolso de 6,5 millones de euros, por una obra que consistió en unir ambas viviendas, incluidas las piscinas, y disfrutar de un inmueble de 500 metros cuadrados.
En Gijón cuenta con dos áticos de 146 metros cuadrados, ubicados en una zona lujosa de la ciudad, justo enfrente de la playa. Dichas propiedades fueron adquiridas hace tres años, y están a nombre suyo y de su mujer Patricia. Cerca de Gijón, además, dispone de un apartamento de 130 metros cuadrados que compró en 2002 en Viesques. Y posee también una casa en Pozuelo de Alarcón, donde estuvo residiendo durante su andadura en el Atlético de Madrid. David Villa, en definitiva, está sabiendo gestionar su patrimonio para disponer de un retiro dorado y un futuro brillante para toda su familia.