El Barça B salió de la racha negativa de cuatro derrotas consecutivas. Pero el objetivo de la victoria en casa no pudo cumplirse, después de la igualdad (0-0) contra el UE Cornellà. Los azulgranas intentaron reencontrarse con la senda de la victoria, aunque la falta de gol ha terminado por castigar los planes. Por varios tramos hubo dominio del equipo de Rafa Márquez, que deben conformarse con ese punto tras varias jornadas de sufrimiento.
El poco acierto
La primera mitad fue favorable para los culés, en cuanto a ocasiones claras se refiere. No se dio un volumen de oportunidades muy grande, pero al menos consiguieron inquietar el arco del conjunto rival en ese tramo inicial del enfrentamiento. En este sentido, Álvaro Sanz tuvo una acción inmejorable para abrir el marcador con un disparo que se estrelló en la base exterior del poste.
Poco a poco el Cornellà se fue sintiendo cómodo en su bloque defensivo, siendo esa una de sus principales fortalezas. Ese entramado fue difícil de romper por parte del filial azulgrana en la mayoría de los minutos. La posesión de balón del Barça B no pudo hacer cosquillas a su rival de turno, lo que provocó que el ritmo del partido fuera lento en muchos momentos.
El ritmo del equipo de Rafa Márquez incrementó en la segunda parte, sobre todo con la entrada de Ilias Akhomach, cuya explosividad fue una inyección de energía para sus compañeros. Sin embargo, no fue suficiente para romper la resistencia del Cornellà en defensa. El compromiso culminó con dos conjuntos que no tuvieron las armas para hacerse daño.
El filial sale del bache
La buena noticia para el entrenador mexicano es que sus dirigidos han vuelto a mostrar esa solidez defensiva de otras jornadas, aunque el problema principal está en el frente de ataque. Esa poca producción ofensiva puede penalizar al Barça B en su lucha por alcanzar los primeros lugares de la Primera RFEF.