El Barça de basket no tiene ningún referente de la casa. Juan Carlos Navarro fue el último jugador formado en las categorías inferiores que fue idolatrado en el Palau. En verano, Laporta pidió el fichaje de Oriol Paulí, pero el salto del filial al primer equipo sigue siendo muy complicado. Los constantes cambios en la dirección deportiva y las categorías inferiores han tenido un efecto devastador para el Barcelona, pero Sarunas Jasikevicius sigue muy de cerca a cuatro jugadores: Michael Caicedo, Nnaji, Bonilla y Rafa Villar.
Caicedo es un escolta de 18 años que ha tenido varias oportunidades en el primer equipo. Es un jugador muy atlético, pero todavía debe mejorar el tiro. Jasikevicius piensa en él como opción de futuro, sobre todo si Kuric no sigue en el Barça la próxima temporada.
Un pívot que intimida
Nnaji es un pívot de 18 años de 2.08 metros. Es muy físico e intenso en defensa. No es el prototipo de jugador que le guste a Jasikevicius porque no tiene buena mano, pero intimida mucho en la pintura.
Bonilla puede jugar de alero y escolta. El mexicano sigue sin dar el salto de calidad. Actualmente el Barça dispone de muchos aleros y no se descarta una cesión a otro equipo al acabar esta temporada.
El base del futuro
Rafa Villar es uno de los bases con más talento del baloncesto español. Puede ser, a corto plazo, el relevo de Jokubaitis si el base lituano emigra a la NBA. En las categorías inferiores de la selección española es uno de los mejores.
Jasikevicius espera romper la actual dinámica del Barça de fichar a jugadores de otros equipos. De momento, Caicedo y Nnaji van entrando poco a poco en el primer equipo y el gran reto es que un par o tres se cosoliden en la Liga ACB.