No hay días tranquilos en el Paris Saint-Germain. Resulta complicado mantener la estabilidad en un vestuario lleno de gallos, donde los egos cada vez son más difíciles de gestionar. Más todavía para un entrenador, Christophe Galtier, nada acostumbrado a lidiar con una plantilla plagada de estrellas consagradas.
El pasado fin de semana se dio una polémica entre Neymar Jr y Kylian Mbappé, acentuada por quién tiene que ser el responsable de lanzar los penaltis del equipo galo. El brasileño, que en 2017 sostuvo una acalorada discusión con Edinson Cavani por quién chutaría los penaltis, lo ha vuelto a hacer pero con su compañero Kylian Mbappé, uno de los baluartes de la institución.
Mal rollo en el vestuario del PSG
Después de un polémico like de Neymar a una publicación en redes sociales, quien ha intercedido para calmar las aguas es Sergio Ramos, cada vez con más peso en el equipo. El central español se pasó gran parte de la pasada temporada lesionado, pero ha empezado el presente curso a gran nivel y, en términos de vestuario, está ganando cada vez más peso y respeto.
Desde Francia aseguran que el defensor de Camas intervino después del partido de liga francesa contra el Montpellier para poner paz entre Neymar Jr y Mbappé, reuniendo a ambas estrellas para que limaran asperezas y dejasen atrás unos problemas que podrían afectar al devenir del equipo.
Ramos, pensando en el colectivo
Sergio Ramos está plenamente comprometido con el Paris Saint-Germain, en un inicio de curso esperanzador en el que lógicamente las expectativas están puestas otra vez en la Champions League. Neymar y Mbappé, como no puede ser de otra manera, son diferenciales y están llamados a ser esenciales para los resultados del equipo.
De ahí que Sergio Ramos esté intentando mediar entre ellos para que dejen atrás sus egos y contribuyan, de esta forma, en beneficio de los éxitos del equipo a nivel colectivo. Además de Ramos, el rotativo Le Parisien señala que otro de los encargados de interceder entre Neymar y Mbappé fue Luis Campos. El responsable deportivo no quiere que haya un terremoto en el vestuario parisino, nada más empezar una liga en la que el Paris Saint-Germain quiere revalidar su condición de mejor equipo de la Ligue 1.