A veces, la nomenclatura no nos deja ver más allá. Las nuevas generaciones de barcelonistas han crecido disfrutando verano tras verano del Trofeo Joan Gamper, pero la mayoría no sabe quién es la figura que se esconde tras ese curioso nombre, mitad catalán y mitad extranjero. La mayoría desconoce la historia del fundador del FC Barcelona, sin quien nada sería lo que es ahora. El club, quizá, ni siquiera existiría.
Amante de los deportes... y del fútbol
Hans-Max Gamper Haessig --porque ese era su nombre real-- nació en Zúrich un 22 de noviembre de 1877. Vivió gran parte de su infancia en Basilea, donde mostró inclinación por los deportes desde muy joven. En particular le encantaba practicar ciclismo y atletismo, aunque finalmente se decantó por el fútbol. Empezó a jugar en el FC Basilea, equipo del que llegó a ser capitán. Luego se marchó al Excelsior, pero debido a diferencias con sus directivos, decidió fundar el FC Zürich.
Después de pasar una breve etapa de su adolescencia en Lyon, en 1899 llegó a Barcelona para visitar a su tío, Emili Gaissert. Su voluntad inicial era continuar hasta África para poner en marcha un negocio de exportación de azúcar, pero quedó prendado de Barcelona y decidió quedarse. Encontró trabajo como contable en la compañía de ferrocarriles Sarrià, y también se convirtió en corresponsal de deportes de dos diarios suizos.
De club de amigos a 'més que un club'
Amante del fútbol, decidió crear un club como ya había hecho en Zúrich. Para ello, puso un anuncio en el diario Los Deportes, donde colaboraba, y reclamó la participación de quien estuviese interesado en ayudarle. Juntó a un grupo de suizos, británicos y españoles y el 29 de noviembre de 1899, en el Gimnasio Solè, fundó el FC Barcelona. No es un secreto que escogió los colores azulgrana en honor a los del club de su ciudad, el Basilea.
El caso es que Hans Gamper, que más tarde se cambió el nombre a Joan, fue capitán del FC Barcelona y, durante cuatro años, marcó más de 100 goles. Llegó a disputar la primera final de la Copa del Rey --entonces Copa de la Coronación--, que ganó el Club Vizcaya 2-1. Terminó su corta carrera en 1903, pero después continuó en la directiva. En 1908, se convirtió en el presidente del club, cargo que ocuparía en cinco ocasiones alternas.
Entre sus principales logros, consiguió potenciar la creación del campo de Les Corts gracias a una donación de un millón de pesetas, y en 1912 fichó a Paulino Alcántara, uno de los grandes goleadores de la historia del Barça.
La senda catalanista de Joan Gamper
Joan Gamper simpatizaba con la causa catalanista de la época, y eso permitió que el club creciera más rápidamente a lo largo de los años siguientes. También le trajo, naturalmente, muchos problemas en el ámbito personal. En 1925, el himno de España fue abucheado en Les Corts y la Dictadura de Primo de Rivera decidió clausurar el estadio.
Por sus tendencias políticas, Gamper acabó exiliándose, aunque años después le permitieron volver con la condición de que no tuviera ninguna vinculación con el FC Barcelona. Volvió, pero a los problemas institucionales se le unieron otros económicos, y el 30 de julio de 1930 decidió pegarse un tiro en su domicilio. Tenía 52 años cuando se quitó la vida. Toda Barcelona lloró su muerte, y actualmente sus restos se encuentran enterrados en el cementerio de Montjuïc. A título póstumo y perpetuo, Joan Gamper es --y será por siempre-- el socio número 1 del Barça.