Partido decepcionante en el Palau Blaugrana. El Barça sucumbió ante el Real Madrid (75-88), en lo que fue el primer compromiso de la final de ACB. Los jugadores mostraron una imagen gris, en especial por la nula intensidad defensiva para dominar en los rebotes. Solo fueron capaces de mostrar una buena versión en el último cuarto, aunque ya era demasiado tarde. Lo peor para los culés fue que el gran verdugo de la noche fue el exjugador azulgrana, Adam Hanga, que lideró a los suyos con un total de 16 puntos y tres asistencias.
Hanga aplica la ley del ex
El comienzo del partido parecía ser ilusionante para los culés, en especial por los primeros puntos de Nikola Mirotic. Sin embargo, solo fueron un espejismo. A partir de allí, el cuadro madrileño pisó el acelerador y se escapó durante todo el encuentro. El hombre clave del rival fue Adam Hanga, exjugador azulgrana, que consiguió silenciar al Palau a partir de su increíble precisión. Ya en el primer cuarto la ventaja merengue fue demoledora (17-30).
Laprovíttola y Kuric intentaron acercar a los suyos en el marcador, pero los problemas defensivos fueron demasiado grandes. No hubo control en los rebotes y apenas existieron ayudas defensivas. Esto no lo desaprovechó el Real Madrid, que consiguió llegar al descanso (31-49) con una diferencia que fue imposible de remontar para el equipo de Jasikevicius. Los rostros de los jugadores azulgranas solo reflejaron frustración ante esa débil presentación.
El Barça lo intenta, pero no es suficiente
El tercer cuarto fue un poco más igualado. Un intercambio de golpes entre dos equipos que no fueron capaces de ser dominantes en defensa. Pero nuevamente el rival fue capaz de sacar una pequeña diferencia. La precisión de los merengues en ataque, sumado a esa superioridad en los rebotes, fue suficiente de cara a mantener su gran ventaja (51-74).
A pesar de todo, el Barça intentó sacar algo de carácter en el último cuarto, aunque ya era demasiado tarde. Una seguidilla de 12 puntos en esos primeros minutos dio algo de ilusión a los aficionados presentes en el Palau Blaugrana. Sin embargo, un triple de Gaby Deck mantenía la distancia entre los dos conjuntos. Laprovíttola lo seguía intentando, pero la falta de intensidad defensiva no permitía soñar con la remontada. El único consuelo de los culés es haber dominado en ese tramo final (24-14 en el último cuarto).
Esos problemas defensivos sentenciaron al conjunto de Jasikevicius, que ahora pierde el factor campo por la derrota (75-88) en casa. Mucho que mejorar de cara a los siguientes duelos, sobre todo en materia de los rebotes, que fue una de las claves. La baja de esta noche de Sanli ha afectado enormemente, pero ahora toca mirar hacia adelante y revertir esta situación.