Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, ha anunciado que el club solo pondrá a la venta “entradas nominales” en todos los partidos continentales que dispute el equipo azulgrana. Y ha prometido perseguir las ventas de abonos y de entradas de los socios a hinchas rivales. El máximo dirigente también ha desvelado que el Barça romperá su compromiso con el tour operador holandés P1-Corporate Hospitality tras vender masivamente entradas a los aficionados del Eintracht de Frankfurt. Más complicada será la persecución de las mafias que, desde hace años, hacen negocio con los carnets del Barça.
La reventa de entradas funciona a pequeña y gran escala en el Barça. Desde el socio que tiene tres abonos y vende dos en las inmediaciones del Camp Nou a los que reúnen varios carnets que ofrecen a través de Internet. En las inmediaciones del estadio era habitual ver muchos anuncios de distintos particulares que ofrecían su teléfono y compraban o vendían entradas. Las transacciones, tradicionalmente, se hacían en calles próximas al estadio del Barça, pero la presión policial ha cambiado algunos hábitos.
Carnets a cambio del pasaporte
El Barça tiene detectado desde hace tiempo que algunas mafias reúnen decenas de carnets en los grandes partidos del equipo azulgrana. Sobre todo en los clásicos de la Liga con el Real Madrid y en los mejores duelos continentales. El método utilizado es variado. Desde anunciar en Internet la venta de un bolígrafo con una entrada de regalo a ofrecer packs de entradas a unos precios muy superiores a los marcados por el club.
Las mafias que revenden carnets contactan con sus clientes. A cambio del precio fijado, les ceden el carnet de un abonado del Barça. Para evitar su pérdida o abandono, el cliente debe dejar su pasaporte o carnet de identidad como depósito, ya sea en una oficina o en cualquier local acordado entre las dos partes.
La denuncia del Barça
Los abonados del Barça recuperan sus carnets al día siguiente. En caso de pérdida, siempre les queda el recurso de contactar con el club y comunicarles que han perdido su abono, que es repuesto sin coste alguno tras la primera pérdida.
Laporta, en la rueda de prensa de este martes, ha desvelado que el Barça calcula que entre 15.000 y 20.000 abonados no suelen acudir a los partidos ni prestan o venden sus carnets. Ante el Eintracht, el club calcula que 7.800 socios compraron entradas a precios reducidos con el 50% de descuento para venderlos por mucho más dinero. Y muchos abonados, por su parte, revendieron sus carnet.
La promesa de Laporta
“Decidimos erradicar a los violentos del estadio en su momento, y ahora debemos trabajar conjuntamente con la Policía y poner en marcha acciones para evitar que los grupos organizados de reventa no logren sus objetivos, porque son grupos organizados que al final generan situaciones de violencia. Hay argumentos suficientes para trabajar con los Mossos, y el departamento de seguridad ya tiene instrucciones para que no pase nunca más", ha recalcado Laporta.
El presidente del Barça ha añadido: “Los grupos organizados también controlan muchos carnets y saben cómo hacerlo. Debemos ponernos a fondo y actuar contra estos grupos de reventa. También hemos detectado que había mucho alemán que, como residentes en Cataluña o las Islas Baleares, conseguía una entrada. La casuística es muy extensa, pero queremos ponerlo en manos de la policía y los Mossos. No entendáis que rehuimos responsabilidades, las asumimos todas, pero hay que ser un experto con esto, con malas praxis”.
Las entradas para los turistas
En los últimos años, el Barça había vendido una media de 27.000 entradas a turistas. A aficionados del resto de España y del extranjero, que solían apoyar al equipo azulgrana. Esta práctica se acentuó desde 2009, cuando el Barça era el gran referente del fútbol español y europeo.
“En todos los partidos del Barça, siempre tengo como vecinos a aficionados distintos, turistas que acceden al Camp Nou con un abono que va cambiando de manos cada semana”, denuncia Jordi, un veterano socio barcelonista. “En algunas visitas del Celtic también había más de 15.000 hinchas escoceses repartidos por las gradas del Camp Nou”, añade otro abonado barcelonista. “Contra el Eintracht se juntó todo: una afición muy fiel, con mucho poder adquisitivo, Semana Santa y el deseo de algunos socios del Barça de hacer negocio”, sentencia una fuente del club.