Ilaix Moriba lo tenía todo para triunfar en el Barça. El centrocampista guineano, con buena técnica y buen físico, era el complemento ideal de Pedri, Frenkie de Jong y Gavi en el equipo azulgrana, pero priorizó el dinero a la proyección deportiva cuando el club le ofreció una renovación que rechazó y fichó por el Leipzig. En Alemana, sin embargo, duró muy poco y en enero fue cedido al Valencia. En verano, el Leipzig podría vender al futbolista y el Barça cobrar un porcentaje.
El Barça, tras tensar la cuerda al máximo y comunicarle a Ilaix que no jugará más en el primer equipo, vendió al centrocampista por 16 millones más otros seis en variables. El futbolista se decantó por la propuesta del Leipzig, pero su aventura en Alemania, de momento, ha sido breve. Solo participó en dos partidos de la Bundesliga y nunca tuvo la confianza de Jesse March ni de su sustituto, Domenico Tedesco.
Masaje con uvas
El diario sensacionalista Bild explica que Ilaix tuvo problemas con sus entrenadores por su actitud arrogante. Y desvela un capítulo curioso. En una sesión de masaje, el futbolista pidió al fisioterapeuta del equipo que le sirviera unas uvas.
Ilaix, de 19 años, juega actualmente en el Valencia. Sus prestaciones son bastante satisfactorias y en Leipzig no descartan una venta en el mercado de verano. El centrocampista firmó hasta 2026 y su valor de mercado es de 9 milloes de euros.
El 10% de una venta
El Barça se reservó el 10% de una hipotética venta del Leipzig cuando pactó su traspaso. Su futuro, actualmente, es una incógnita, pero no es descartable que puedea regresar a la Liga.
Ilaix siempre fue uno de los jugadores más prometedores de la cantera del Barça. Y debutó en el primer equipo con Koeman, que le dio carrete. En Pamplona marcó su primer gol y cerró la temporada con buenas sensaciones. Su felicidad, sin embargo, se truncó cuando su representante negoció una ampliación de su contrato.