El mundo del pádel atraviesa una época complicada. Parece que este deporte se está viendo eclipsado por el principal circuito profesional, quedando afectados el resto de organizaciones.
La Federación Internacional de Pádel (FIP) ha decidido asociarse, con la aquiescencia de las principales palas del cuadro masculino, con uno de los actores “más desestabilizantes” del deporte, el fondo catarí Qatar Sports Investment (QSI).
Esto se ha ha hecho después de años de inacción y de verse eclipsada por el principal circuito profesional a nivel mundial.
Nace la IPPA
La alianza se produce en los albores de la temporada más inclusiva en la historia de World Padel Tour, y en ningún momento ha contado con la presencia ni opinión de ninguna representante del cuadro femenino; una situación de desamparo, que ha obligado a las jugadoras a crear su propia asociación, la International Padel Players Association (IPPA), al margen de la Padel Player Association (PPA) masculina.
Bajo el lema ‘Juntas, más fuertes’ la IPPA nace como respuesta a la actitud que considera "excluyente" de la FIP y la PPA.
Imagen de un torneo de pádel / Redes
Con las españolas Lucía Sáinz en el cargo de presidenta y Gemma Triay en el de vicepresidenta, esta entidad de reciente creación pretende agrupar a las palistas profesionales con la finalidad de defender y representar “los intereses comunes” de sus asociadas.
Especialmente, a raíz del trato que consideran “discriminatorio” sufrido desde el nuevo circuito alternativo de la FIP, la PPA y QSI que alertan de que privará a los aficionados de todo el mundo del espectáculo que ofrecen las mejores palistas. Tanto en su primer torneo, que se disputará a finales del mes de marzo en Doha, como en las otras nueve pruebas previstas en su circuito alternativo, la Federación Internacional, auspiciada por el propietario del París Saint-Germain, Nasser Al-Khelaifi, ha evitado pronunciarse sobre la invitación a las mejores jugadoras del mundo, a las que ha excluido inicialmente de su hoja de ruta.
En este sentido, cabe recordar que, si bien las propuestas de ambos circuitos abordan suculentos premios y una notable visibilidad para sus participantes, la apuesta por el cuadro femenino se aborda de manera muy diferente desde World Padel Tour. De hecho, la primera competición internacional del pádel profesional lleva años apostando firmemente por su cuadro femenino, maximizando su alcance y subrayando su talento.
Más pruebas femeninas en WPT
La temporada 2022 será la que contará con más pruebas femeninas en la historia de la competición: hasta 23 torneos en una campaña en la que la visibilidad de las mejores palistas del mundo se verá multiplicada de forma exponencial gracias a la puesta en marcha de WorldPadelTourTV, la plataforma de vídeo ‘streaming’ del primer circuito internacional, que ofrecerá todos los partidos y torneos del cuadro femenino en abierto y de forma gratuita.
Imagen de archivo de un partido del World Padel Tour que se celebra en España / WPT
Más allá de la cobertura internacional del cuadro femenino de los torneos WPT, el principal circuito profesional de pádel acaba de anunciar que sus seis pruebas Challenger, organizadas junto a UPC, se convertirán en las primeras en la historia del pádel profesional en equiparar premios en las categorías masculina y femenina.
De este modo, se cumple una aspiración ancestral de las jugadoras del circuito, que pasarán de los 10.000 euros que se repartieron en 2021 a una dotación de 35.000 euros (un 180% más en premios) en las pruebas que se disputarán esta temporada en Getafe (Madrid), Albacete, Mallorca, Calanda (Teruel), Valencia y Córdoba.
La paridad y mejora salarial de las palistas es el primer paso en el salto de calidad que previsto en un calendario que entienden que resulta crucial para la evolución del pádel femenino y que también registrará en los próximos torneos Challenger de un aumento en el sistema de puntuación.
Por ello, entienden que esta estrategia de crecimiento del pádel femenino diseñada desde World Padel Tour y su socio UPC contrasta con la ausencia real de propuestas por parte de la FIP, que además de la complicidad de la PPA, cuenta en su circuito alternativo con el apoyo del régimen de Qatar. Un sistema que, según Human Rights Watch, niega a las mujeres el derecho a tomar decisiones clave sobre sus vidas; circunstancia que hace que la práctica del padel profesional femenino tenga difícil encaje en el emirato.