Nikola Mirotic, la gran estrella del Barça, aseguraba que la final de Copa contra el Real Madrid empezó a ganarse en el descanso. Con el discurso de Sarunas Jasikevicius. Con 29-18 para los madridistas en el marcador, los jugadores se esperaban una bronca descomunal del técnico, pero ocurrió todo lo contrario. Encontraron palabras de ánimo y encontraron el estímulo necesario para ponerse las pilas y derrotar al eterno rival. Jasikevicius les sorprendió al más puro estilo Johan Cruyff.
Las mejores imágenes de Johan Cruyff / MRJOKER
La estrategia de Jasikevicius no fue improvisada. Ni mucho menos. Probablemente, el técnico lituano se acordó entonces de Cruyff. De algunas conversaciones que ambos tuvieron mientras jugaban al golf y hablaban del Barça.
El reconocimiento a Johan
“Cruyff me enseñó sobre todo muchas cosas en la gestión del grupo”, manifestó Jasikevicius en una entrevista concedida a DAZN.
Jasikevicius, eufórico, tras ganar la Copa del Rey en Granada / EFE
Johan Cruyff era un amante del golf, deporte que ya practicaba cuando era el entrenador del Barça en Seva. El exjugador y extécnico azulgrana ha mantenido charlas muy interesantes con amigos y deportistas, sobre todo con Pep Guardiola y Txiki Begiristain, mientras compartía con ellos su pasión por el deporte que Severiano Ballesteros popularizó en España.
Las batallitas
Jasikevicius también compartió buenos ratos con Cruyff, quien en su día llegó a decir que no entendía por qué el Barça y el Joventut no se fusionaban en un equipo. De baloncesto, Johan sabía muy poco, pero de gestionar vestuarios y de batallitas sabía más que nadie. Influyó a mucha gente. También a Jasikevicius, el técnico que ha rescatado al Barça para tumbar al Real Madrid y soñar con la tercera Euroliga.
En el Barça, Cruyff ganó una Liga y una Copa del Rey como jugador. Como técnico, entre otros títulos, encadenó cuatro Ligas y conquistó la primera Copa de Europa del equipo de fútbol. Jasikevicius, por su parte, formó parte del equipo que en 2003 acabó con la eterna maldición barcelonista y ganó la primera Euroliga en el Palau Sant Jordi. Ambos fueron pioneros.