Ni olvida ni perdona. Al menos, de momento. Leo Messi está muy dolido con Gerard Piqué desde el día que se enteró que el defensa le recomendó a Joan Laporta, presidente del Barça, que no renovara su contrato para solucionar los problemas del club con el juego limpio financiero.

"Sin Leo se arregla el tema del juego limpio financiero", le comentó Piqué a Laporta el pasado verano, antes de que el presidente le anunciara al padre del futbolista, Jorge Messi, que el club no podía renovar su contrato, según informa El País.

La despedida de Messi

Messi, muy afectado, estalló contra Laporta, quien había proclamado una y mil veces que tenía un acuerdo con el futbolista para prorrogar su contrato durante, al menos, dos años más.

La despedida de Messi, en las instalaciones del Barça, constató la frustración del delantero argentino. Ese día, el considerado mejor jugador de la historia del club lloró desconsoladamente. Enfrente suyo, Laporta y Piqué aplaudían.

Leo Messi, en la rueda de prensa de su despedida / EFE



Messi, en su despedida del Barça / EFE

Las relaciones entre Messi y Laporta son, desde ese día, muy fría. Ambos se evitaron en la gala del Balón de Oro organizada con France Football. Más enojado está Leo con Piqué, a quien conoce desde que llegó a Barcelona en 2000.

La renovación de Piqué

Messi ya tuvo sus diferencias con Piqué el día que el defensa prorrogó su contrato con el Barça hasta 2024, al aceptar una rebaja salarial --también lo hicieron Ter Stegen y Frenkie de Jong-- que le propuso el expresidente Bartomeu. Entonces, Messi y Sergio Busquets lideraban las negociaciones con el club, que pidió a los futbolistas que se redujeran sus fichas. 

En la Ciutat Esportiva Joan Gamper apareció una pintada en la pizarra del vestuario. "Judas" escribió alguien. No ha trascendido el nombre del autor, pero todos sabían que la frase iba dirigida a Piqué, quien meses más tarde recomendó a Laporta que no renovara el contrato de Messi. El argentino no le ha perdonado todavía su traición y no estuvo presente en la última cena que compartió con Sergio Busquets y Jordi Alba.