Judas Iscariote fue uno de los 12 apóstoles de Jesús de Nazaret y su nombre ha trascendido por encima de todos los demás porque, según cuentan los textos evangélicos, traicionó al mesías cuando lo vendió a las autoridades hebreas por 30 monedas de plata. La forma en que delató a Jesús fue dándole un beso en la mejilla tras saludar muy respetuosamente a su maestro, hecho por el cual también ese gesto ha pasado a los anales de la historia como el beso de Judas. Desde entonces, y por los siglos de los siglos, el nombre de Judas es sinónimo de traidor. Por este motivo, cuando en octubre de 2020 apareció escrita en la pizarra del vestuario del FC Barcelona la palabra Judas, no hubo dudas sobre el significado de esa polémica inscripción: acusaban a alguien de traidor.
La renovación que fue considerada traición
No se conoce quien fue el emisor de la acusación y autor de la escritura en el vestuario azulgrana. Sí se sabe, en cambio, a quien iba dirigido el mensaje: a Gerard Piqué. Ocurrió justo después de que el club anunciase sorpresivamente su renovación hasta junio de 2024 junto a las de tres jugadores más: Ter Stegen, De Jong y Lenglet. El acuerdo se oficializó el pasado 20 de octubre de 2020 y sirvió al entonces presidente, Josep Maria Bartomeu, para meter presión al resto de la plantilla, que oponía resistencia a una rebaja salarial que los capitanes pretendían negociar colectivamente, en bloque.
Leo Messi y Sergio Busquets lideraban aquellas negociaciones que, posteriormente, representaron sus abogados, Jorge Pecourt y Oscar Tena, ante los laboralistas del Barça. Las conversaciones se dilataron en el tiempo. Comenzaron con Bartomeu de presidente, pero terminaron con una junta gestora encabezada por Carles Tusquets, que a mediados de diciembre cerraba el acuerdo con el compromiso de que todos los futbolistas iban a firmar, paulatinamente y en negociaciones individualizadas, el diferimiento de sus salarios en el tiempo.
Messi, rodeado de los capitanes Busquets, Piqué y Jordi Alba cuando todavía se hablaba con el central catalán / FCB
Piqué no tuvo que formar parte de aquella negociación colectiva porque ya había firmado una renovación a la baja con el mismo presidente al que, después de firmar, criticó ferozmente en los medios. Daba la sensación de que el central jugaba a dos bandas: se mostraba a favor del vestuario en público, pero a sus espaldas se había desmarcado firmando un acuerdo por su cuenta. Ello provocó el enfado de sus compañeros, con los citados Messi y Busquets a la cabeza, y la aparición de ese "eres un Judas" de autoría desconocida en la pizarra del vestuario, tal y como ha insinuado el periodista Lluís Canut este martes por la noche en el programa Onze de TV3.
Canut, Culemanía, Sport y la polémica salarial
El mismo periodista desveló hace unas semanas los salarios más elevados de la plantilla azulgrana tirando del hilo que destapó Culemanía al informar del salario exacto de Philippe Coutinho justo antes de salir cedido al Aston Villa. Las cifras de Canut coincidían plenamente con las de este medio, que también ha publicado los salarios íntegros, con fijos y variables, de Umtiti y Dembelé, pero además añadían los datos de otros futbolistas como Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba.
A Piqué le molestó tanto la filtración que se permitió publicar un tuit faltón desvelando su nómina de diciembre: 2.328.884,39 euros. Esa es la cifra neta que percibió por medio año de trabajo y la publicó dando a entender que era una cantidad ínfima, a pesar de que sumando la otra mitad y la parte de IRPF que el Barça abona directamente al Estado, el total ascendería a unos ocho o nueve millones de euros brutos por temporada. Pero lo cierto es que se trata de una cuantía insignificante en comparación a todo el dinero que percibía desde su penúltima renovación con Bartomeu, en enero de 2018. Entonces le firmaron un contrato de 28 millones de euros al año con variables incluidos: 16 millones de salario bruto fijo --como Coutinho-- más el denominado loyalty bonus de 7,5 millones (23,5), otros 3,3 millones por jugar el 30% o 40% de los partidos y un millón adicional por clasificarse para octavos de final de la Champions. Unas cifras que ha destapado el periodista Toni Frieros en Sport.
La información de Canut no fue solamente desmentida por el propio Piqué, sino que también fue negada por el FC Barcelona. La entidad, plenamente conocedora de la existencia de ese contrato, se amparó en el argumento de que actualmente Piqué ya no está cobrando esas cifras. Es cierto. Desde agosto de 2021 cobra los citados 8/9 millones anuales después de firmar una rebaja con diferimiento incluido con el presidente Joan Laporta. Sin embargo, no fue más que una cortina de humo para empañar la realidad: en los últimos años Piqué había sido el segundo jugador mejor pagado del Barça tras Leo Messi. ¿Justificaba ese salario un central, por bueno que fuese?
Desde el club siguen defendiendo a Piqué y el asesor institucional del presidente, Jordi Finestres, ha vuelto a emitir un tuit duro contra Lluís Canut --ya lo hizo con la primera información-- donde asegura que Piqué acordó rebajarse el salario en junio de 2021, dos meses antes de que fuese anunciada la marcha de Messi. El tuit ha sido inmediamente eliminado, aunque todavía mantiene el que hizo criticando la información del mismo periodista el pasado 7 de enero y que ha sido confirmada por otros medios como Culemanía y Sport.
Finestres deja de lado ya el tema salarial, confirmado desde diferentes frentes, y se centra ahora en defender a Piqué ante el severo juicio de Leo Messi, que ha roto relaciones con el central por diferentes motivos que fueron explicados por Culemanía: principalmente, sus respuestas en una entrevista a El País donde Piqué aseguraba que ni haciendo un esfuerzo monumental era posible mantener a Messi en el Barça. El astro argentino estaba especialmente molesto porque considera que en buena medida fue gracias a él, y a su carrera gloriosa en el club, que Piqué pudo firmar ese enorme contrato con Bartomeu. Por ello, en una entrevista al Sport, el genio rosarino no dudó en lanzar un dardo al futbolista catalán: "Ya los conozco a todos de memoria; los que esperaba que me arroparan, lo hicieron. Les cogió por sorpresa, como a mí". Todavía quedan cuentas pendientes.