Xavier García Pimienta, el entrenador del Barça B que Joan Laporta despidió el pasado verano, iniciará un nuevo reto profesional tras fichar por la UD Las Palmas.

Octavo clasificado de Segunda División, La Unión Deportiva Las Palmas ambiciona el ascenso a Primera. El equipo tiene 35 puntos, tres menos que el Girona, sexto clasificado, que disputaría el play-off por el ascenso. El domingo, el club canario despidió a Pepe Mel y el lunes se hizo oficial el fichaje de García Pimienta.

Ilusión y ambición

El ex entrenador del Barça B se juega mucho en Las Palmas. ilusión y ambición, sin embargo, no le faltan. Sus primeras palabras fueron elocuentes: "Estamos aquí para ganar todos los partidos, porque hay plantilla para eso, y aspirar a lo máximo".

García Pimienta dirigiendo al Barça B contra el Prat / FCB



García Pimienta en un Barça B-El Prat / FCB

García Pimienta, un entrenador con una clara vocación ofensiva, añadió: "Estoy muy contento de venir a un club con cuyo modelo de juego me siento muy identificado y no voy a esconder los objetivos que tenemos, que es estar lo más arriba posible porque Las Palmas se lo merece". Históricamente, el equipo amarillo siempre se ha caracterizado por un fútbol muy técnico y pausado.

Real B y Cartagena

En el Barcelona alcanzó prestigio por su trabajo con los jóvenes. Él mejor que nadie conocía el potencial de Nico, Gavi y compañía. Y siempre apostó por un juego bonito, pero también pide carácter a sus jugadores. "Me gusta jugar bien, pero también competir cuando no tenemos el balón, ganar duelos, las segundas jugadas... Tenemos que trabajar todas esas facetas", recalcó García Pimienta.

"Ningún equipo gana solo con talento y calidad", agregó el nuevo entrenador de la UD Las Palmas. "Sé a qué sitio vengo y quedan jornadas por delante para hacer cosas importantes. El primer objetivo va a ser ganar a la Real B el próximo domingo y, a la semana siguiente, hacer lo mismo en la visita al Cartagena", sentenció García Pimienta, un técnico al que Laporta despreció y que pudo ser un buen sustituto para Ronald Koeman cuando el actual presidente no confiaba en el neerlandés y no quería saber nada de Xavi.