El nombre de Albert Benaiges sigue dando que hablar. Acusado de abusos sexuales a menores en un artículo del diari Ara y denunciado por varias presuntas víctimas, el excoordinador de fútbol formativo del Barça está en una situación límite. No se le puede llamar culpable hasta que los hechos sean demostrados en sede judicial pero que más de 60 testimonios señalen sus extrañas prácticas de componente sexual en l'Escola Barcelona de Les Corts durante 20 años supone, al menos, una condena pública: la llamada pena de telediario que le marcará para siempre.
El caso ha traspasado todas las fronteras y, al parecer, el periodista Albert Llimós ha recibido muchas llamadas de otras supuestas víctimas que quieren aportar su testimonio contra Benaiges. Pero no solo en Barcelona. Desde México también llegan noticias negativas para el exentrenador, que fue técnico del Chivas de Guadalajara en 2014.
Allí, Beniages duró solamente tres meses. Sus extrañas prácticas de comprobación de genitales a los niños comportaron un auténtico escándalo. Benaiges fue acusado por los padres de sus pupilos por tocamientos y finalmente fue despedido. Allí no era habitual que los niños se duchasen en el vestuario. Benaiges impuso esa norma y, como pasaba en l'Escola de Barcelona, los vigilaba y miraba para comprobar que se hubiesen duchado.
Albert Benaiges durante su presentación por el Chivas de México / CHIVAS
Entonces, el entrenador se defendía alegando un extraño método de desarrollo genital para saber si un jugador tenía más posibilidades de triunfar en el fútbol de elite. Los psicológos, en cambio, describen esta figura como la de "pederasta socialmente exitoso". Una persona que se aprovecha de ese éxito social para abusar de su posición.