Como en tantas otras ocasiones, el Bayern Múnich no perdió la oportunidad de dar un golpe encima de la mesa en la Bundesliga, y este fin de semana hizo los deberes al vencer por la mínima al Borussia Dortmund (2-3) en un duelo vibrante, repleto de idas y venidas y en el que Robert Lewandowski demostró que todavía está un escalón por encima de Erling Haaland.
El delantero polaco amarró la victoria de los bávaros merced a un doblete (el otro gol lo marcó un deseado por el Barça, Kingsley Coman), mientras que el ariete noruego tan sólo pudo ver portería una vez, en el minuto 48 de partido, después de que Julian Brandt hubiese adelantado a los borussers a los cinco minutos de que diera comienzo el encuentro en el Signal Iduna Park.
Muller, Lewandowski y Gnabry celebran un gol / EFE
Polémica y oxígeno para el Bayern
Al final, el Klassiker se decidió por un polémico penalti que está siendo muy comentado en Alemania, y que jugadores como Haaland y Bellingham ya protestaron airadamente en el campo. Ambos, al igual que otros componentes del Borussia Dortmund, se mostraron muy descontentos con la actuación del árbitro Felix Zwaye, al entender que acabó beneficiando al Bayern este sábado.
Polémicas aparte, cabe resaltar que los de Nagelsmann, que mandaban en la tabla de la Bundesliga tan sólo un punto por encima de sus principales perseguidores, ahora lo hacen cuatro puntos por delante y cogen aire en la competición doméstica. Todo ello apenas unos días antes de recibir al Barça, en lo que para el cuadro alemán es un partido intrascendente a nivel de resultado, pero no de sensaciones.
El Bayern celebra los goles sobre un triste y mediocre Barça en el Camp Nou / EFE
El Bayern quiere volver a "comerse" al Barça
El técnico del Bayern no quiere que su equipo se deje ir frente a un Barcelona que se juega la vida en Europa, y al que el equipo germano tendrá la opción de tachar de la ronda de octavos en el caso de impedir que los culés consigan un resultado mejor que el del Benfica ante el Dynamo Kiev.
En definitiva, un partido en el que Nagelsmann aprovechará para realizar algunas rotaciones y proteger a varios de sus mejores hombres, pero sacando igualmente un equipo más que competitivo al terreno de juego y con la voluntad de ganar, por enésima vez en los últimos tiempos, a un Barça cogido con pinzas. Si los blaugrana quieren ganar en el Allianz Arena, tendrán que mejorar su acierto en las dos áreas.