Messi nunca pasa desapercibido. Ni sobre el terreno de juego, por supuesto, ni tampoco fuera de él. Este sábado, a raíz de la consecución de su séptimo Balón de Oro, el astro rosarino ha concedido una entrevista a France Football en la que ha mostrado su lado más humano, llegando incluso a arrepentirse de una reacción que protagonizó en el año 2006, justo cuando empezaba a dar sus primeros pasos en el primer equipo del Barça.
Los hechos ocurrieron hace poco más de quince años, cuando el FC Barcelona de Frank Rijkaard, Ronaldinho y Eto'o (entre otros) fue capaz de conquistar la Champions League 2005-06 tras remontar al Arsenal en el Stade de France. Por aquel entonces Messi ya empezaba a despuntar en el primer equipo bajo la tutela de jugadores como Ronnie o Deco, pero se perdió la final por lesión.
Messi lamentando una lesión en la temporada 2005-2006 / EFE
Pudo haber perdido una oportunidad única
Del Messi de tres lustros atrás hay que tener en cuenta un rasgo destacado de su personalidad, y que suele ser común en todas las jóvenes promesas: odiaba tanto perder como no poder jugar. De ahí que no saliera a celebrar con el resto del equipo la consecución de la Champions, algo de lo que ahora se arrepiente. "Lamento haberlo hecho. No me di cuenta de lo que estaba pasando", ha desvelado La Pulga a la revista francesa.
"En ese momento estaba pensando en el hecho de no haber jugado. Al menos me hubiera gustado estar en el banquillo esa noche. Hasta mi lesión (sufrió un desgarro ante el Chelsea en octavos), participé en la andadura en Champions. Estaba decepcionado. Lamento profundamente ese episodio", reconoce.
Por aquel entonces, el gran astro argentino no era consciente de que le quedaba muchísimo por celebrar en los años venideros, como líder absoluto del mejor Barça de la historia. "Ganamos esa Champions y no estaba seguro de que volvería a suceder porque es una competición difícil de ganar. Luego, afortunadamente, tuve la oportunidad de disfrutarlo".
Messi y Guardiola en la etapa de ambos en el Barça / FC Barcelona
Un Messi más maduro
Aunque sigue odiando perder hasta en el parchís, en los últimos tiempos Lionel Messi ha conseguido calmar ese tipo de reacciones y es capaz de tomárselo con más filosofía, ayudado por supuesto por la calidez del ambiente familiar. "Ahora es diferente", explica. "Desde que tengo a mis hijos, cuando llego a casa me ayuda mucho poner las cosas en perspectiva".
Pero antes de que sus hijos aparecieran y de que el propio Messi hiciera su propio trabajo de introspección y análisis interno, era Antonela quien tenía que soportar sus cabreos y aislamientos. "Es cierto que antes de ellos, cuando estaba solo con Antonella, pasaba mucho tiempo encerrado sin querer hablar con nadie ni salir por culpa de la derrota. Cuando era joven, crecí odiando perder. Siempre quería ganar en todo. Quiero ganar todos los partidos".
Una voluntad que se mantiene hoy por hoy, aunque algo más difuminada. No hay que olvidar que Leo Messi ostenta el honor de ser uno de los futbolistas más laureados de la historia, habiendo coincidido en el Barça con la mejor generación futbolística de siempre. En su pensamiento, eso sí, seguro que está convencido de que podría haber ganado aún más títulos vestido de azulgrana. Muchos más...