El Barça y el Madrid son equipos opuestos. Simbolizan todo lo contrario y cuando a uno le va bien al otro le va mal. Es algo que históricamente ha sido así. Y eso que tienen años de historia. Más de un siglo. Los catalanes han querido dar una respuesta a los blancos a raíz de la gala del Balón de Oro.
Leo Messi observa el séptimo Balón de Oro de su carrera profesional / REDES
El Real Madrid siempre ha sido el club que más ha presumido de creérselo en una competición particular: la Champions League. Lo demás le importaba más bien poco. El Barça por su parte siempre ha ido a remolque. Son 13 títulos por 5. Clara diferencia.
Pues la estrategia del FC Barcelona para responder a ello es alardear de Balón de Oro. Eso es algo por lo que los catalanes llevan una clara ventaja a los merengues. Un jugador culé fue el primer español en conseguir el galardón Luis Suárez – se marchó al Inter de Milán por razones económicas. Pues desde entonces, la dinámica ha ido en ascenso. Otros ejemplos como Ronaldinho fue destacadísimo en el resurgir del Barça.
Balones de Oro, con aroma culé
Dejando de lado las Copas de Europa del Real Madrid, el Barça responde a ellas con galardones individuales que ensalzan a sus jugadores como los mejores. Algo que enfada a los de Florentino Pérez, que ni siquiera aceptan el ganador ajeno. Karim Benzema es claro ejemplo de ello.
Joan Laporta, junto a Alexia Putellas y Pedri, en la gala del Balón de Oro / @JoanLaportaFCB
Leo Messi y Alexia Putellas se llevaron sendos galardones que le acreditaban como mejores jugadores de la temporada pasada. Algo inaudito en el mundo del fútbol. El FC Barcelona brilló con luz propia y eso que el argentino ya no se encuentra en la disciplina culé.
La estocada más grande del Barça al Madrid vino en el año 2010 cuando tres jugadores formados en la Masía fueron los finalistas del Balón de Oro. Fue la mayor hazaña de los azulgranas tanto a nivel colectivo como individual. Los merengues no sabían dónde meterse. Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Leo Messi deleitaron al mundo. Inolvidable.