Final pasada por agua en el Camp Nou. El Barça de Xavi Hernández ha presentado su propuesta más ofensiva para intentar tumbar al Benfica, pero lo cierto es que los azulgranas siguen con la pólvora mojada. Y no es cosa del diluvio que durante los primeros 30 minutos del primer tiempo cayeron sobre el césped del coliseo azulgrana. 

La lluvia complicó las cosas a los jugadores. Sin embargo, no evitó que la hinchada del Benfica encendiese bengalas en las gradas del feudo culé. Se montó una buena humareda mediada la primera parte mientras se podían ver, desde la lejanía, las chapas de los artefactos pirotécnicos. 

La lluvia propició una enrada menor a la esperada. El club informó de que solamente acudieron 49.572 espectadores al Camp Nou, 25.000 menos que en el derbi contra el Espanyol. Las expectativas eran más altas, pero la lluvia jugó en contra del Barça.