París es la ciudad de las luces, pero Leo Messi no brilla en la capital de Francia. La gran estrella del siglo XXI se apaga día tras día en el PSG, club con el que se comprometió por tres años tras su traumática ruptura con el Barça. En el Parque de los Príncipes no respetan la jerarquía que tuvo en el Camp Nou, las críticas suben de tono y Messi podría rescindir su contrato tras el Mundial de Qatar, el gran reto de la Pulga. Su eterno amor por la albiceleste nada tiene que ver con su relación con el PSG.
Messi, tras la crisis desatada hace más de un año con su burofax a Bartomeu, se reconcilió con el Barça y estaba convencido de que terminaría su carrera profesional en Barcelona. Al menos, su ciclo más competitivo. La victoria electoral de Joan Laporta fue muy bien recibida por el astro argentino, tanto por su buena sintonía en el pasado como por sus promesas de que renovaría su contrato por dos años.
El traslado a París
La familia Messi no contemplaba su marcha de Barcelona. Antonella Roccuzzo, su esposa, era feliz en Castelldefels. También, sus tres hijos. Tenían la vida que deseaban: una casa con todas las comodidades, playa y montaña cerca, buen tiempo y la admiración de todos. O casi todos. El traslado a París implicaba una nueva vida y un nuevo desafío profesional para Leo, el gran icono del Barça desde 2008.
Messi quedó muy tocado cuando Laporta le notificó que su etapa en el Barça había acabado. Su padre y representante, Jorge Messi, reactivó los contactos con el PSG, consciente de que Pep Guardiola, el técnico del Manchester City, no pujaría por Leo. El acuerdo se cerró de forma rápida, con unas cantidades mucho más bajas de las que hubiera pedido Messi un año antes, pero con la condición de que se respetara su compromiso con la selección argentina. En temas médicos también pidió que fuera tratado por doctores de su confianza en caso de lesión.
Leo Messi, con Antonella Roccuzzo y sus tres hijos.
Cobrará 110 millones de euros
El acuerdo entre el PSG y Messi contemplaba el pago de 110 millones de euros por tres temporadas: 30 millones la primera y 40 millones en cada uno de los otros cursos. Una parte de su salario, además, lo cobrará en PSG Fan Token, la criptomoneda del club.
Messi no tuvo el mejor inicio en el PSG. Firmó su nuevo contrato el 10 de agosto. Ese día todavía estaba con problemas físicos, con molestias en la pierna derecha. El crack arrancó con bastante retraso respecto a sus compañeros. Debutó el 29 de agosto contra el Reims en un partido en el que solo disputó 24 minutos y tuvo una actuación muy discreta.
La crítica de Henry
La afición del PSG se entregó a Messi, resignada por la casi segura marcha de Mbappé a final de temporada al Real Madrid. El astro argentino, sin embargo, todavía no ha marcado en la Ligue 1. “Messi está aislado”, denunció recientemente Thierry Henry. La prensa gala, mientras, acentuó sus críticas al futbolista tras su mal partido en el campo del Olympique de Marsella. Le acusaron de estar en baja forma física y de ser lento.
Leo Messi, contra el Manchester City en la Champions.
El PSG domina con mucha suficiente la Ligue 1, un torneo mucho menos competitivo que la Liga. Sin embargo, el fútbol francés es mucho más físico que el español y Messi no se encuentra cómodo. “Mauricio Pochettino, su entrenador, no ha cambiado la forma de jugar del PSG para encajar mejor a Leo”, explica un periodista francés.
El malestar de Leonardo
Messi espera mejores tiempos en París. Su carácter taciturno y su timidez dificultan también su integración en un vestuario en el que tiene buenos amigos –Neymar y Di María, por ejemplo--, pero no tiene el respeto y admiración de otros compañeros. Y algunas tensiones estallaron con la marcha del futbolista, con molestias físicas, a Argentina.
“No estamos de acuerdo en dejar ir a la selección a un jugador que no está en condiciones físicas óptimas y está en fase de rehabilitación. No es lógico”, denunció el director deportivo del PSG, el exfutbolista Leonardo.
El piso de París
La relación entre Messi y el PSG es distante. En París, sus deseos no son órdenes, como pasaba en Barcelona, y las dudas de su familia tampoco ayudan al delantero. Antonella y sus hijos no olvidan Castelldefels.
La casa de Messi en Castelldefels
La búsqueda de un piso en París no fue una experiencia muy positiva para Messi y su familia, que inicialmente se instalaron en el Hotel Royal Monceau, a 15 minutos en coche del Parque de los Príncipes. Casi dos meses después, y tras dos tentativas fallidas, Leo y su mujer encontraron un piso en el oeste de París, en el lujoso barrio de Neville-sur-Seine.
La casa de Castelldefels
La familia Messi vive en un piso de dos plantas y 300 metros cuadrados, con cuatro habitaciones y un pequeño jardín, por el que pagan 20.000 euros mensuales. En Castelldefels –en la urbanización Bellamar-- vivían en una casa con piscina, campo de fútbol, pistas de pádel y gimnasio. En total, 10.000 metros cuadrados con todas las comodidades.
Los desplazamientos por París también son mucho más incómodos que en Barcelona. Las distancias son mayores. También, los atascos. El tráfico es uno de los grandes problemas de la capital francesa y otro motivo de preocupación para la familia Messi, que añora su antigua vida en Barcelona y Castelldefels.