¡De regreso al liderato! La selección española de Luis Enrique asaltó el Estadio Olímpico de Atenas en el triunfo (0-1) ante Grecia, en lo que fue el séptimo partido de la eliminatoria mundialista. El combinado nacional logró obtener tres puntos valiosos que le permiten estacionarse en la punta del Grupo B, aprovechando también el pinchazo de los suecos en horas de la tarde. No fue un compromiso destacable, sobre todo por el descontrol que existió durante la segunda mitad; sin embargo, la anotación de Sarabia fue suficiente para que el equipo sobreviviera al gélido infierno griego.
El seleccionador español decidió apostar por la siguiente alineación para el importante enfrentamiento en la ciudad de Atenas: Unai Simón; Dani Carvajal, Aymeric Laporte, Íñigo Martínez, José Luis Gayà; Rodri, Koke, Gavi; Pablo Sarabia, Raúl de Tomás y Álvaro Morata.
Rompiendo el bloque
Las acciones en suelo griego comenzaron con una postura inesperada del conjunto local, buscando robar con una presión alta en la salida de balón de España. Esos primeros minutos fueron un intercambio de presiones entre los dos conjuntos; sin embargo, eso solamente fue durante el tramo inicial, debido a que los pupilos de Luis Enrique lograron apoderarse del esférico y, por ende, su rival fue cediendo metros en el campo.
Gavi, en una acción en el Grecia España / SeFutbol
Dicho repliegue de Grecia representó un dolor de cabeza para los españoles, que tuvieron problemas para encontrar espacios en la línea defensiva. La intención fue atraer a los contrarios a través del control de balón y así enviar balones largos a la espalda de los defensas. De esa forma se originaron algunas aproximaciones positivas, como una que tuvo Raúl de Tomás, pero sin la posibilidad de rematar con dirección al arco.
El cerrojo se rompió finalmente a partir de una falta dentro del área. El árbitro del compromiso pitó penalti a favor de La Roja, en el minuto 23, tras un golpe que recibió Íñigo Martínez en un tiro de esquina. El jugador encargado de cobrar la acción fue Pablo Sarabia, que logró engañar al portero rival con una definición en el sentido contrario de su movimiento. Una anotación que liberó a los futbolistas de esa presión tan grande.
La euforia de la selección español tras el gol de Pablo Sarabia / SeFutbol
A partir de allí, España comenzó a inquietar con mayor frecuencia. En el plano individual, Gavi pudo influir en el desarrollo del primer tiempo, a tal punto que entró varias veces en contacto con el esférico para iniciar las jugadas. El conjunto encontró espacios a la espalda de los laterales y lograron realizar varios centros que pudieron representar otro tanto. La falta de acierto en ese pase final impidió que los visitantes consiguieran dicho objetivo, pero al menos controlaron correctamente el partido. Los griegos intentaron igualar las acciones con su juego vertical, pero no concretaron alguna acción que les permitiera estar mano a mano con Unai Simón.
Momentos de tensión
Como era de esperarse, la selección dirigida por John van't Schip fue con más intensidad a buscar la anotación del empate. Hicieron cambios en el frente de ataque y fueron más contundentes al momento de robar, aunque en varias ocasiones golpearon con excesiva fuerza a los dirigidos por Luis Enrique. Igualmente, el cuadro español logró soportar los intentos de su rival de turno.
La segunda mitad fue extraña por la poca claridad de los equipos. Grecia insistió a base de orgullo para anotar un gol con su afición, pero sin concretar algo realmente peligroso; mientras que España buscó proseguir con el plan, aunque con algunos errores en la posesión. Eso provocó que Luis Enrique expresara su molestia con los jugadores, especialmente por las malas decisiones que tomaron en dichas jugadas.
Sergio Busquets ingresó desde el banquillo de suplentes en el Grecia España / SeFutbol
Esas equivocaciones abrieron un tramo en el que La Roja pasó por ciertas complicaciones, sobre todo por varios centros laterales que obligaron a la pareja de centrales a despejar. A pesar de esa tensión, el combinado nacional consiguió sellar un valioso triunfo (0-1) en suelo griego, que permite obtener el puesto que da acceso directo a la Copa del Mundo.