Desde que Joan Laporta volvió a la presidencia del FC Barcelona una de sus primeras decisiones fue hacer una gran limpieza de directivos y figuras en la parcela del club azulgrana. Una determinación controvertida, especialmente por aquellos trabajadores capacitados que estaban haciendo una gran labor en la entidad. Justamente una de esas personas que ha mostrado su decepción con el mandatario culé es cercana a Pep Guardiola. El caso en específico está relacionado con Francisco Javier García Pimienta, exentrenador del Barça B.
García Pimienta, en una imagen de archivo / EFE
Su despido ha sido una decisión inentendible dentro del barcelonismo, sobre todo por el increíble trabajo que estuvo realizando en el filial azulgrana desde hace dos temporadas. En ese lapso de tiempo pudo armar un equipo reconocible y, en ambos cursos, estuvo a las puertas de ascender a Segunda División. Un objetivo que anhela la institución catalana, además de la evidente formación de futbolistas. Esos motivos hacen que sea complicado comprender la marcha del mencionado director técnico, aún más para traer a Sergi Barjuan a un conjunto que funcionaba de maravillas.
De mantenerse vinculado con el FC Barcelona no habría necesidad de apurarse tanto por la llegada de Xavi Hernández, a tal punto que intentaron que estuviera para el partido contra el Celta de Vigo el próximo sábado 6 de noviembre. Pocas personas dudan de la capacidad de García Pimienta e incluso muchos alcanzaron a considerar que era una alternativa totalmente válida para ocuparse del banquillo del primer equipo cuando todavía Ronald Koeman seguía en la entidad culé. Además, pudo haber cumplido su meta de dirigir al Barça, un sueño que se ganó a partir de sus méritos en el filial.
García Pimienta dirigiendo al Barça B contra el Prat / FCB
Relación rota
Esa inesperada destitución de García Pimienta ha hecho que su relación con Joan Laporta esté lejos de ser positiva. El técnico expresó, en una reciente entrevista con Gerard Romero en su canal de Twitch, lo siguiente: “Estas palabras [de Laporta] me demuestran que no tenía excusas, sólo quería poner a los suyos, que fue la razón que me dieron. Decirme que yo no iba en la línea del fútbol base… es todo lo contrario. En 2018 cuando subo al Barça B es cuando se vuelve al origen. En los años anteriores se habían formado plantillas top sin opciones de jugadores que llegasen al primer equipo. Todos los partidos que he entrenado al Barça, en el B, juveniles, cadetes… hemos jugado con el 4-3-3, fieles al estilo. He creído en la gente de la casa y la prueba está en todos los jugadores que han debutado en el primer equipo. Casi todos los que tenía eran perfil del primer equipo”.
Dichas declaraciones del extécnico del Barça B corresponden en respuesta a lo que señaló Laporta sobre las razones del despido de García Pimienta. El dirigente del FC Barcelona manifestó que “no veíamos el Barça B integrado con la línea del fútbol base”. Un argumento que no ha convencido al barcelonismo, especialmente porque los equipos del exentrenador azulgrana respetan esa esencia que tanto defiende el máximo mandatario.