Ronald Koeman nunca tuvo buena sintonía con Joan Laporta, un presidente que presume de ser cruyffista. Al ser un técnico contratado por Josep Maria Bartomeu, el actual presidente nunca respaldó al preparador neerlandés.

En una temporada muy crispada, que comenzó con el burofax de Messi y la dimisión de Bartomeu, Koeman emergió como el portavoz del Barça en momentos muy complicados. El equipo se mostraba muy irregular en la Liga y fue zarandeado en Europa, pero protagonizó remontadas épicas en la Copa del Rey.

La victoria contra el Athletic

El Barça, con Koeman, ganó la Copa tras vencer al Athletic por 4-0 en la final. Fue el momento de máxima euforia del curso pasado. La afición y las estrellas del equipo estaban encantados con el técnico neerlandés, pero Laporta nunca garantizó su continuidad.

Los mensajes ambiguos de Laporta fueron un lastre para Koeman. Los jugadores se percataron del distanciamiento entre el técnico y el presidente. Curiosamente, o no, el equipo levantó el pie del acelerador y el Barça regaló la Liga tras perder en el Camp Nou contra el Granada (1-2). Ese día, Laporta puso la cruz a Koeman.

Laporta, Yuste y Koeman, en la celebración de la Copa del Rey | EFE



Laporta, Yuste y Koeman, en Sevilla, tras ganar el Barça la Copa del Rey

El enfado de Laporta

El presidente del Barça reaccionó mal al acabar el partido. Bajó al vestuario y expresó su malestar a los futbolistas. También estaba dolido con Koeman, a quien responsabilizó del bajón del equipo.

La Liga acabó mal y Laporta se reunió en mayo con Koeman para comunicarle que intentaría fichar un nuevo entrenador. En el Vía Veneto, el técnico conoció la versión menos amable del actual presidente del Barça. Ese día, públicamente, Laporta cuestionó la gestión de Ronald y proclamó sus discrepancias con el sistema de juego del técnico.

Intento fallido con Guardiola

Laporta intentó fichar a Pep Guardiola, pero el entrenador del Manchester City declinó su propusta. También sondeó a Julian Nagelsmann, actual entrenador del Bayern. Sin éxito. En cambio, no quiso contactar con Xavi Hernández por formar parte de la candidatura de Víctor Font.

Laporta y Koeman, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper / FCB



Laporta con Koeman, en la Ciutat Esportiva

La precaria situación económica del Barça desaconsejaba un relevo en el banquillo. Laporta, sin embargo, ya había sentenciado a Koeman. Y era público y notorio que el presidente no creía en las recetas del técnico neerlandés.

La temporada comenzó con malos resultados. En la Liga el Barça todavía no ha ganado a domicilio. Y ha perdido contra tres equipos madrileños: el Atlético, el Real Madrid y el Rayo. En Europa fue castigado por el Bayern y el Benfica en las primeras dos jornadas.

El despido

Koeman y Laporta se enviaron algunos recados a través de la prensa. El presidente incluso utilizó a Enric Masip, asesor personal suyo, para atizar al técnico. Tras la derrota en Portugal, Koeman estaba sentenciado, pero Jordi Cruyff pidió paciencia al máximo dirigente.

Laporta, en contra del criterio de muchos directivos y de los capitanes del Barça, prolongó la agonía de Koeman, a quien entonces sí ratificó en el cargo. Lo hizo con la boca pequeña para ganar tiempo. Hasta Vallecas. Ese día, en el avión de regreso a Barcelona, Laporta fulminó al héroe de Wembley. Al amigo de Johan Cruyff.