Xavi está al caer. El FC Barcelona puede hacer oficial la contratación del que fuera jugador azulgrana para dirigir al equipo en sustitución de Ronald Koeman. El neerlandés fue destituido anoche en el trayecto aéreo (de Madrid a Barcelona) y puso fin a su etapa en la ciudad condal. Hernández será su sustituto. Eso sí, no llega de nuevas ya que cuenta con un palmarés que cuenta con siete títulos en total.
Nada envidiable por su parte. Un entrenador del FC Barcelona debe contar con experiencia en los banquillos. Pues Xavi cuenta con una serie de trofeos a su alcance (aparte de los cosechados como jugador). Son los siguientes: Dos Copas del Emir de Qatar, una Liga de Qatar, dos Copas de Qatar, una Copa de las estrellas de Qatar y una Copa de Sheikh Jassim.
Xavi, Laporta y Koeman en un fotomontaje / Culemanía
Todo ello lo ha ganado como entrenador desde el año 2019, que fue cuando colgó las botas como jugador en el Al Sadd SC. Fue en ese momento cuando decidió parar e iniciar una nueva etapa en los banquillos. En definitiva, es una corta carrera como míster pero, por otra parte muy exitosa en cuanto a resultados.
¿Cómo juega Xavi Hernández?
Pues básicamente como lo era como jugador. Al de Terrasa le gusta practicar un fútbol vistoso y de toque. Es algo que le hizo grande a él y a los equipos en los que jugó. En su larga carrera pasó el 90% de su tiempo en el FC Barcelona. Siempre quiere dominar la posesión.
Poco después, en sus años residuales se marchó a Qatar donde el Al Sadd le brindó una oportunidad de seguir mostrando su fútbol. Allí continuó con su estela en los banquillos desde 2019. El juego de su club es de triangulación pese a que en dicho país no se suele ver.
Andrés Iniesta, junto a Xavi Hernández / EFE
Normalmente los jugadores que se convierten en entrenadores tratan de poner en práctica un juego similar al utilizado como cuando estaban en activo. Eso es lo que Xavi quiere. Es por ello que Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, se haya decantado por un perfil como él.
La ‘estrategia Guardiola’
Poner a un hombre de la casa y sin éxitos internacionales relevantes en el panorama europeo es algo difícil de pensar. Los presidentes no se la suelen jugar con ese tipo de apuestas. Pep Guardiola fue claro ejemplo de ello.
Laporta, Guardiola y Rosell, con el título de Liga de 2010 / EFE
Joan Laporta apostó por el entrenador del B para hacerse cargo del primer equipo y le funcionó: catapultó al Barça hasta lo más alto. Esa es la fórmula que pretende repetir Joan Laporta: poner a alguien que conoce bien al club desde las categorías inferiores y practicar un fútbol muy concreto que se enseña desde bien pronto. Koeman es historia, Xavi el elegido.