Bartina, la esposa de Ronald Koeman, ya pidió al actual entrenador del Barça que abandonara el club en 1995, en su primera etapa como futbolista profesional. Entonces, el actual técnico azulgrana aceptó la oferta del Feyenoord, equipo en el que disputó sus dos últimas temporadas como jugador.
Ronald Koeman y Bartina se casaron en diciembre de 1985. Siempre han sido una pareja muy discreta, celosa de su intimidad. Y eso que ella ambicionaba ser actriz y participó en algunas películas y en una serie de la televisión holandesa, según explica ABC. Años más tarde fundó la empresa Skins Cosmetics Oosterbek que actualmente gestionan sus hijos, Tim y Debbie.
El héroe de Wembley
En Barcelona, Koeman y Bartina vivieron sus mejores años. En 1989, el Barça abonó 900 millones de pesetas (unos 5,4 millones de euros) por el entonces futbolista del PSV Eindhoven. Bajo la dirección técnica de Johan Cruyff, aquel equipo encadenó cuatro Ligas y ganó la Copa de Europa de 1992, la primera de la historia del club. Y el héroe, curiosamente, fue Ronald, que fulminó todos los fantasmas y complejos con un zapatazo inolvidable en Wembley.
Ronald Koeman, en su estapa como futbolista del Barça / FCB
Koeman pasó de ser “un armario” al “gran ídolo” de la afición del Barça. Como un cantante de rock o una estrella del cine, Ronald vivió a lo grande en Barcelona, una ciudad con mucho encanto y buenos locales nocturnos. La noche gustaba, y mucho, a los futbolistas del Dream Team, denominación que mutaba al Drink Team en los momentos de máxima diversión.
La derrota de Atenas
El Barça ganó mucho hasta 1994, pero la era dorada terminó de mala manera en Atenas. Los buenos tiempos acabaron en la final de la Champions donde el Milan le endosó cuatro goles al equipo de Cruyff, que se cargó a Zubizarreta en el viaje de vuelta a Barcelona.
Koeman siguió un año más en el Barça. Sus números en su última temporada fueron muy correctos: 42 partidos, 3.383 minutos disputados y 10 goles. Pero aquel Barça ya no tenía la ambición ni la calidad de los años anteriores. Acabada la temporada 94-95, en la que el Madrid le endosó un 5-0 al grupo azulgrana en el Bernabéu, Ronald y Bartina se fueron de Barcelona. Necesitaban un cambio de vida. Se fueron pero no del todo.