Otra vez, Luis Suárez. El Atlético de Madrid se agarró al uruguayo matador para rescatar un punto en un partido contra la Real Sociedad que se le complicó de mala manera.
La Real Sociedad había golpeado dos veces (minuto 48) y el Wanda Metropolitano se temía lo peor. O no, porque la afición rojiblanca ya está acostumbrada a las remontadas. Cuando más tocado estaba el equipo de Simeone, apareció Luis Suárez, autor de dos goles que evitaron la derrota.
Campeón de Liga
Luis Suárez sigue en estado de gracia. Tiene más confianza que nadie y la pasada temporada fue clave en la Liga que conquistó el Atlético. El delantero internacional solucionó muchos problemas con goles providenciales, como el de la remontada en el campo del Valladolid en la última jornada. Fue un gol que tuvo la recompensa de un campeonato. En el curso actual también le marcó un gol al Barça en el Wanda Metropolitano que celebró con mucha contenció, pero enviando un recado a Ronald Koeman.
No olvida Suárez que el Barça priorizó su salida tras el 2-8 contra el Bayern en Lisboa. Entonces, Josep Maria Bartomeu todavía era el presidente, pero decidió cortar por lo sano y prescindir del futbolista. El mensaje, no obstante, se lo dio Koeman. Pero no fue un encuentro cara a cara. Ni mucho menos. El técnico neerlandés le llamó por teléfono y le dijo que no contaba con él, que se buscara equipo. La charla apenas duró 50 segundos.
Memphis, apagado
Suárez asumió el reto y buscó equipo. Y en esas apareció el Atlético, que logró un acuerdo muy ventajoso. Y con Simeone resurgió, completando una temporada muy buena.
En el Barça, mientras, siguen sin delantero centro y Memphis Depay, el presunto fichaje estrella de esta temporada, se apaga poco a poco. El neerlandés es un jugador que protege mucho el balón. No le gusta ir al espacio. Y, poco a poco, los defensas rivales lo tienen más fácil para contrarrestar su potencial. Sus problemas contrastan con la felicidad de Suárez, letal con el Atlético de Madrid.