Lección magistral de Luis Enrique en la final de la UEFA Nations League sin premio (1-2). La selección española no dejó intimidar ante la campeona del Mundial de Rusia y le jugó de tú a tú siendo superior en la mayoría de los minutos. Pese a tener el control del balón, dos fogonazos de Francia terminaron con las esperanzas españolas. El último, envuelto de polémica.
La posesión del esférico fue en todo momento para la Roja. Les blues apostaron por una intensa presión, superada fácilmente con las triangulaciones de los peloteros. En este apartado fue de especial mención Sergio Busquets, un día más la conexión entre defensa y ataque, perfectamente colocado en todo momento.
Por parte de Didier Deschamps, nunca consiguieron atacar pausadamente ni tampoco sacar el balón desde zona defensiva con tranquilidad. Aunque jugaron con tres centrales y dos pivotes, si no encontraban a Antoine Griezmann, la única solución eran balonazos buscando a Karim Benzema.
Benzema celebrando el gol de Francia contra España / EFE
La primera parte se caracterizó por la batalla táctica entre los dos seleccionadores. Mucha presión por parte de ambos y lucha por el balón, una pugna que claramente se llevó una España tácticamente muy bien trabajada. Apenas generaron peligro, pero tampoco sufrieron atrás.
Dos minutos locos
La tónica del primer tiempo se mantuvo durante los primeros minutos del segundo tiempo. Las ocasiones apenas habían sucedido y ambos equipos esperaban un desajuste defensivo o una acción de calidad para decantar la balanza. El primer susto se dio en el minuto 63, cuando Antoine Griezmann envió el balón al travesaño.
En la jugada siguiente, en una acción a la contra y aprovechando los espacios mientras Francia replegaba, Sergio Busquets encontró a Mikel Oyarzabal entre la línea de tres defensas. El delantero de Real Sociedad ganaba la carrera a Jules Kundé y cruzaba un disparo raso al segundo palo en el que poco pudo hacer Hugo Lloris.
Oyarzabal celebrando su gol contra Francia / EFE
Dos minutos más tarde, en el 66, igualó el resultado la selección gala mediante Karim Benzema. Una acción de Kylian Mbappé terminaba con el esférico en los pies del delantero del Real Madrid. Este, ubicado cerca del vértice del área, se abría un espacio y la colocaba lejos del alcance de Unai Simón al segundo palo.
El golpe definitivo
A falta de diez minutos del final, Kylian Mbappé sentenció el partido. Theo Hernández, en una de sus internadas al contragolpe por la banda izquierda, habilitaba al ariete del PSG. Este, solo delante del aquero vasco no fallaba superándole por abajo después de una bicicleta. La acción estuvo envuelta de polémica.
El gol del delantero francés vino sucedido después de una clara acción en fuera de juego: estaba ligeramente más avanzado que Éric García y el tanto nunca debió subir al marcador. Anthony Taylor, después de consultar con el VAR, incomprensiblemente validó la acción. Otro error de la tecnología que, en la primera parte, no revisó un posible penalti de Koundé.