La despedida de una leyenda a la altura de Pau Gasol ya hacia presagiar que su adiós no iba a ser fácil de asimilar ni de digerir. La faceta deportiva quedó totalmente opacada por una emoción que contagió a toda la sala Foyer del Liceo.
Sin espinas clavadas
Después de 23 años como profesional y una carrera plagada de éxitos, a sus 41 años, Gasol anunció que dejaba el baloncesto profesional tras una decisión “difícil, pero meditada”.
No hay lugar para los lamentos en la carrera de Gasol, su palmarés es incuestionable: 1 Mundial, 3 Eurobasket, dos anillos de NBA, entre otras distinciones. Todo excepto el oro olímpico. No quiso darle demasiada bola a su palmarés. Sí se lo dio al paso del tiempo: “Yo creo que la vida se hace muy corta, en general... te das cuenta y nos hacemos mayores, no queda otra. El palmarés está ahí, las estadísticas... me siento orgulloso, sin duda, pero lo valoro en su justa medida. Meter más o menos puntos tampoco te cambia la vida”.
"No pienso en lo que no he conseguido"
A pesar de quedarse a las puertas de lo más alto del podio hasta en dos ocasiones en los Juegos Olímpicos, ambas frente a la imposible selección americana de Lebron y compañía, Pau no se retira con un sabor de boca agridulce. Cuando un periodista le preguntó por aquellos títulos que no tenía, Gasol no dudó en contestar que “medallas me hubiera gustado ganarlas todas, pero así no va la vida ni el deporte. Cuando trabajas, lo das todo y te entregas, creo que no te tiene que quedar clavada ninguna espina. No depende todo de ti. Estoy muy agradecido. No pienso en lo que no he conseguido”. Un mensaje modélico que procede de un deportista legendario que da una lección de vida. Que enseña a competir, pero que también recuerda que la derrota existe y que es inexorable por mucha disciplina y mucho esmero que uno aplique en el deporte y en la vida. Que la suerte es necesaria y juega un papel fundamental y que, esta, a veces no es esquiva.
Pau Gasol muestra uno de los dos anillos que ganó con los Lakers
Gasol es una leyenda incuestionable que desprende cercanía y humildad. Dos atributos que escasean cada vez más entre las superestrellas nacientes en el panorama deportivo de nuestros días. No es de extrañar entonces, que haya dejado una lista interminable de amigos tras su paso por el baloncesto. El más especial para él, sin duda, es Kobe Bryant. Junto a la “mamba” pudo alzarse con dos anillos de campeón que le auparon a la gloria en la mejor liga de baloncesto del mundo. Pero Kobe no era un simple amigo, era, tal y como el propio Bryant y Pau habían dicho en mas de una ocasión, un hermano. Gasol no pudo evitar el llano al recordar a su amigo fallecido en enero de 2020 en un accidente de helicóptero. “Le echamos muchísimo de menos a él y a su hija Gianna... me enseñó a ser un mejor líder, un mejor competidor. "La vida es muy injusta en ocasiones", recordó quebrado.
Emotivos mensajes a Kobe y Navarro
Es imposible hacer un repaso por la carrera de Pau sin acordarse de otro de los inseparables amigos que el baloncesto le regaló, Juan Carlos Navarro. La voz también se le resquebrajó al acordarse del de Sant Feliu de Guíxols. Amigos en sus primeros años en el Barça, sus caminos se separaron para volver a juntarse en Memphis. Navarro siempre reconoció el papel imprescindible de Gasol en su adaptación el en primer y único año en la NBA en 2007. No dudó el de Sant Boi en mostrar su agradecimiento a Navarro por “lo gran jugador que ha sido y por enseñarme el sentido de la amistad”. El propio Navarro afirmó tras la rueda de prensa que hacía tiempo que no se emocionaba tanto.
La familia también ha sido un pilar fundamental para el ala-pívot. Al recordar a su hermano Marc no pudo evitar hacer un viaje nostálgico al pasado. “A mi hermano Marc, con el que empezamos jugando en el patio de atrás de casa de nuestros abuelos. Él lo tenía más claro que yo. Tener un hermano cercano en edad, ver tu motivación, ha sido muy especial", recordó. Tuvo palabras para el resto de su familia, siempre consciente de donde vino y quién le ayudo desde los inicios, no dudó en subrayar la importancia de sus padres: “No podré agradecer lo suficiente lo que habéis hecho por mí. La familia lo es todo. Lo aparcasteis todo para iros a EEUU en 2001”.
Actores secundarios
La humildad de Gasol no pudo evitar que se acordara de aquellos que también consideró imprescindibles a pesar de situarse en la tramoya. De vuelta a su juventud, Pau recordó con especial cariño la importancia de su fisioterapeuta personal, Pepe Casal, que fue imprescindible en su evolución para pasar de ser un ‘tirillas’ a un jugador con la corpulencia suficiente para competir contra los jugadores más físicos del mundo.
Gasol en un partido con Memphis ante Detroit/RRSS
Otro nombre que le provocó que se volviera a conmover fue el de Joaquín Juan, otro de sus fisioterapeutas de confianza sin el cual no se entiende su recuperación para volver a jugar. Sobre él dijo emocionado: “17 años trabajando juntos. Nuestra relación va más allá de nuestro trabajo".
Reconocimiento externo
Como era de esperar, el presidente Joan Laporta no ha perdido la oportunidad para loar al ex jugador de baloncesto del que sobre todo ha querido destacar su humildad y ha valorado que para el club “es un honor estar vinculado a la figura de Pau Gasol”.
Desde la concentración de la selección española de fútbol no han querido perder la oportunidad de felicitar a Pau por su incontestable carrera, pero también por su faceta más humana. “Eres un ejemplo para todos los deportistas españoles”, ha señalado Sergio Busquets.
El respeto por la figura de Gasol no se limita solo al entorno culé del de Sant Boi. Incluso desde el eterno rival, a través de la cuenta oficial de Twitter del Real Madrid, han querido mostrar sus respetos hacia el catalán: "Desde el Real Madrid, nuestra admiración y cariño, y nuestro reconocimiento por su enorme contribución a engrandecer los valores del deporte, afirmaba el club merengue".
El futuro
Sobre su futuro, de momento ha descartado la posibilidad de sentarse en un banquillo como entrenador al asegurar que “ser entrenador exige una dedicación muy elevada, mucho más que cómo jugador... y yo por ahora me planteo tener más flexibilidad, más versatilidad... quiero explorar la posibilidad de ser consultor, la vía ejecutiva hablando con diferentes equipos de la NBA”.
Su carácter solidario le hace escoger también la ruta filantrópica. Por eso aclara que “la filantropía es muy importante para mí y esa misión de erradicar la obesidad infantil seguiré apoyándola y dedicaré más esfuerzos ahora que podré hacerlo a través de mi Fundación”.
Su ambición también le ha hecho no detenerse aquí y ya está trabajando para emprender nuevos proyectos en un futuro. Para ello asegura llevar tiempo en manos de profesionales que le asesoren para el buen funcionamiento de sus nuevas metas alejadas de las canchas.
Se marcha un jugador de época. Muchos agitan el debate sobre si es el mejor deportista español de todos los tiempos. De lo que no ha dejado dudas Pau Gasol es de que abandona el parqué un ser humano excepcional.