Laporta ya no puede esperar más. La crisis de juego y de resultados obliga a la directiva a tomar una decisión drástica en el banquillo, la destitución de Koeman. Existen dos motivos por los cuales esta medida no se ha tomado todavía. La primera es su indemnización, con el club en los huesos los 13 millones de finiquito que se llevaría el holandés serían un auténtico varapalo. La segundo es elegir un sucesor.
La directiva se debate entre dos nombres: Xavi Hernández o Robert Martínez. El de Terrassa es el claro favorito de la afición y, pese a que ha ganado enteros en las últimas horas, Laporta se ha mostrado escéptico cuando su nombre se ha puesto encima de la mesa
El recelo de Laporta
Pese a que Xavi, actualmente entrenador del Al-Sadd, representa a la perfección la filosofía cruyffista de la que tanta gala hace Laporta: canterano, propuesta de juego valiente y atractiva, conocedor de la idiosincracia de la entidad y leyenda del club. Sin embargo, el Presidente blaugrana siempre ha alegado que la falta de experiencia de Xavi podría ser un obstáculo para su fichaje.
Sin embargo, cuando Laporta tuvo que prescindir de los servicios de Frank Rjkaard en 2008 no dudó en contratar a un inexperto Guardiola cuya única experiencia en los banquillos se limitaba a haber entrenado al filial. De lo que se deduce que falta de experiencia no tiene porque ser igual a fracaso. Este argumento podría ser una cortina de humo para esconder el verdadero motivo del Presidente para no hacerse con los servicios de Xavi. Laporta no ha superado que la vinculación del egarense con su rival en las elecciones, Víctor Font que llegó a presentar a Xavi como Manager General de su proyecto. Algo que Laporta no perdonaría debido al tono agresivo que Font utilizó durante la campaña.
Xavi: en un entrenamiento del Al-Sadd / Al-Sadd
Otro de los motivos que apuntaba OKDiario respecto a las reservas de Laporta serían las exigencias de Xavi de ser el Ferguson blaugrana, lo que supondría que tendría una gran influencia en todas las áreas al actuar como General Manager y participar en las altas y bajas del equipo, pero también en las negociaciones, así como incorporar a personas de su confianza en diferentes parcelas como en la de los médicos.
La vía Robert Martínez
Todas estas dudas que deja la figura del de Terrassa han hecho que todavía no se descarte la otra opción consolidada. Robert Martínez. El de Balaguer gusta y mucho en la directiva. A su dilatada experiencia en los banquillos se uno la imagen que ha dado Bélgica en los últimos grandes tornes, pasando a ser una selección a la que nadie tenía en cuenta a ser un fijo en las quinielas de los Mundiales y Eurocopas. Además, la directiva nunca ha escondido su preferencia por los entrenadores catalanes, requisito que el de Lleida también cumple.
Roberto Martínez con la selección belga / RABF
Una de los inconvenientes que más dudas genera es el del estilo. Martínez ha echado mano en muchas ocasiones del 3-5-2 como seleccionador, un dibujo que Koeman utilizó bastante el año pasado y que la directiva quiere dejar atrás para consolidar el clásico 4-3-3 que el Barça emplea desde la llegada de Cruyff al banquillo. La existencia de una cláusula liberatoria de 1,8 millones que Robert matniene con la Real Asociación Belga de Fútbol no representaría ningún problema para ninguna de las partes
Nada de parches
Lo que si que tiene claro esta junta directiva es que el nuevo entrenador no será una tirita de quita y pon. El próximo técnico, sea Xavi o Robert, viene para quedarse y edificar un proyecto a largo plazo que haga reflotar a un Barça hundido en las profundidades.
El baile de nombres de los últimos días, Ten Hag, Cocu o Pirlo, ha proyectado una imagen de improvisación y falta de programación que nada tiene que ver con lo que vendió Laporta en las elecciones. Ahora el Barça se sumerge en medio de dudas e incertidumbres y la directiva debe elegir un entrenador con la determinación suficiente para salvar al club de la nada.