El Barça perdió. Sí, No tuvo una de sus mejores noches, también. Pero lo que sacó de quicio y fue absolutamente contraproducente fue la actuación del árbitro. Jaime Latre fue el ancargado de dirigir el choque entre los azulgranas y el Granada CF. Su trabajo fue considerado lamentable ya que perjudicó los intereses de los catalanes.
Hubo muchas tareas que Latre olvidó hacer durante el partido de anoche en el que el Barça empató a uno tras igualar Ronald Araújo el tanto conseguido por Duarte. De hecho, el gol llegó en el minuto 89 tras escasos instantes del pitido final. Previamente, el Barça estaba desquiciado por la metodología del colegiado. Fue totalmente parcial en el tema de las pérdidas de tiempo, las apreciaciones puntuales contra jugadores culés, infló de tarjetas al equipo, se equivocó al conceder córners evidentes, además del tiempo añadido tan breve.
Koeman, en la banda contra el Granada / FC Barcelona
Son muchos los aspectos a comentar ya que el partido dio mucho de sí. Después de toda esa lista de infortunios para el Barça, el club ha quedado detrás del Real Madrid, que ha cogido impulso tras su triunfo de última hora ante el Valencia en Mestalla.
Jaime Latre y sus errores
Su trabajo brilló por su ausencia. Fue permisivo según el color de la camiseta. El Granada tuvo barra libre para perder todo el tiempo del mundo. Se habían adelantado en el marcador, lo cual ellos tenían que defender y dejarse llevar. Latre lo permitió sin mostrar tarjetas hasta el minuto 85, cuando le mostró amarilla a Maximiano, meta granadino.
De Jong en una ocasión contra el Granada / EFE
Después de esas pérdidas de tiempo, el tiempo extra sería amplio presumiblemente. Algo que no fue así para la sorpresa del público del Camp Nou, que no dudó en pitar fuertemente. Añadió cuatro minutos en la primera parte y cuatro en la segunda, que luego fueron dos más por una interrupción grande. Para lo que se jugó, fue un añadido cortísimo y lamentable. La Liga es la competición europea que más tiempo se pierde y la que menos se juega. Mientras tanto, al Atlético de Madrid le añadieron 10 minutos ante el Espanyol. Una falta de criterio enorme. Una aclaración sería necesaria.
La parcialidad de Latre
Hubo una jugada en la que el Barça sacó un saque de banda y hubo una falta posterior que no pitó. Mingueza lo había sacado y la protestó débilmente. Sin efusividad. Pues se llevó el castigo de Latre con la consecuente amarilla.
Tres tarjetas amarillas para el Barça cuando tuvo casi el 80% de la posesión de la pelota. Es algo impensable si bien los culés no tuvieron que defender apenas los ataques hipotéticos del Granada.
Gerard Piqué, la opción ofensiva de Koeman en el Barça-Granada / EFE
Además, hubo varios encontronazos que supusieron que el Barça perdiera algunos saques de esquina por la mala decisión del árbitro. Latre no los concedió cuando fueron jugadores del Granada que tocaron la bola. Los de Koeman, entrenador neerlandés, tenían a sus torres preparadas para rematar cada centro colgado a la olla. Se perdieron ocasiones claras. Fue lamentable a la par que penoso.