El malestar de la afición del FC Barcelona es evidente. El partido ante el Bayern de Munich es claro ejemplo de ello. El conjunto azulgrana cosechó una esperpéntica derrota por 0-3 dejando en entredicho la calidad de una plantilla que no está capacitada para competir con los grandes equipos del continente. Sin embargo, en la grada se vivió otra batalla. Los fans que pagaron colocaron una pancarta en la cual se mostraba el malestar debido al elevado precio de las entradas.
Pancarta en contra del precio de las entradas / REDES
“¿La entrada más barata a 69€? ¿Prohibición a los fans visitantes? Fútbol para la gente, no para los millonarios”. Ese fue el lema principal de la queja de los visitantes al templo del Barça. En tiempos de crisis es muy difícil costearse un pase para asistir a un partido. Por lo tanto, el hecho de que 69 euros sea el precio más asequible supone una incoherencia en toda su esencia.
¿Cómo va a ir el público al Camp Nou si las entradas son más caras?
La pandemia ha dejado en la sociedad una pobreza que impide ir a los estadios. Las elevadas cantidades a pagar impiden que el campo del Barça se llene, si bien es uno de los objetivos principales. Lo que es evidente es que los aficionados quieren ir a ver al equipo, pero no a cualquier precio. El malestar expresado debe ser tenido en cuenta por la junta directiva de cara a futuros encuentros.
El Barça vetó una pancarta
El FC Barcelona dio órdenes expresas de impedir que se mostrase una pancarta durante el enfrentamiento contra el Bayern de Munich. Esa fue la decisión de la seguridad del club, que procedió a ello tras recibir las instrucciones.
El hombre en cuestión fue advertido de que será expulsado del estadio si una situación similar tuviese lugar de nuevo. En esa manifestación el fan azulgrana pedía el cese de Ronald Koeman, entrenador del Barça.
Pancarta retirada del Camp Nou / REDES
“Koeman, out” era el main topic de la frase que el aficionado en cuestión decidió llevarse para mostrar delante de los demás visitantes del Camp Nou. Sin embargo, fue retirada tras la petición de los dirigentes del Barça.