Fuertes silbidos en el triste regreso de la Champions al Camp Nou

El FC Barcelona no pudo con un Bayern de Múnich muy superior a los culés (0-3). El estreno del equipo en la Champions League empezó y terminó con silbidos en el Camp Nou. En ningún momento los pupilos de Ronald Koeman mostraron el más mínimo síntoma de reacción.

Como ya es habitual en los últimos años, la grada recibió con una sonora pitada el himno de la competición. Aunque acompañó al equipo con gritos de ánimo en el primer cuarto de hora, cuando el físico acompañaba y se aguantaban los arreones bávaros, rápidamente empezaron las críticas al equipo.

Piqué aplaude tras caer ante el Bayern, partido por el que las redes fusilaron a un capitán del Barça / EFE

Piqué agradeciendo el apoyo a la afición contra el Bayern / EFE

Buena parte de las 39.737 personas que asistieron a las gradas silbó el juego propuesto por el Barça de Koeman. No se salió con un planteamiento ofensivo y se terminó los 90 minutos sin ningún disparo a la portería de Manuel Neuer. Daba la sensación que si el Bayern hubiera necesitado más de tres goles, los hubiera conseguido.

Sergi Roberto, el señalado

De los cinco jugadores que fueron sustituidos contra los alemanes, Sergi Roberto fue quien recibió la pitada más fuerte de todas. Salió cabizbajo después de un partido en el que ocupó el carril derecho, lo intentó y estuvo blando en defensa y muy limitado físicamente en ataque.

Sergi Roberto lamentando una acción contra el Bayern / EFE

Sergi Roberto lamentando una acción contra el Bayern / EFE

A parte de no ser su mejor partido sobre el terreno de juego, quizás también influyó que es el único de los cuatro capitanes que no ha firmado la rebaja salarial. Se está ultimando la negociación de su renovación, que termina en 2022, y se anunciará en breves. Ya en el Trofeo Joan Gamper la afición lo señaló.

El entretenimiento de la grada

En el Gol Nord se vio una imagen significativa durante los últimos minutos del partido. La afición lanzaba gritos de “olé”. No lo hacía por lo que pasaba sobre el verde, como era de esperar, sino pasándose un balón de primera a segunda grada. La afición terminó desconectada del equipo.