El Barça B recibía este domingo a la Unió Esportiva Costa Brava en el Estadio Johan Cruyff, en un partido liguero de Primera RFEF, la tercera categoría de fútbol en España. El partido ha terminado con un soso empate a 0, pero desgraciadamente el protagonista no ha sido el fútbol.
Al filo del descanso, y tras las quejas de Moussa, el colegiado del encuentro se ha visto obligado a parar el partido y hablar con el delegado de campo. El futbolista se ha quejado al árbitro de insultos racistas, y la realización del partido ha podido recoger a un aficionado que, al estar el jugador cerca de la banda, le ha llamado “conguito”, un hecho inaceptable que ha indignado a Moussa. Esta cronología de actos ha sido recogida por Lucena Perdomo, el árbitro, en el acta oficial.
Una acción del Barça B-Costa Brava, marcado por el insulto racista / FCB
El Barça ha pedido por megafonía y por los marcadores que cesaran los insultos, algo que el público ha respondido con aplausos que han aumentado a ovación cuando el jugador insultado, Moussa, ha sido sustituido. Según afirma TV3, los encargados de expulsar del recinto al responsable del insulto xenófobo han llegado a la zona para echarle, pero los aficionados de ese sector radical no han querido identificarle.
El comunicado del Barça
A las pocas horas de finalizar el partido, el FC Barcelona ha hecho público un comunicado oficial mediante la cuenta de Twitter del filial culé. En él, el club ha admitido que “desgraciadamente” el culpable “todavía no ha sido localizado”. El Barça ha querido dejar claro que no tolerará ningún acto racista: “Siempre tenemos y tendremos tolerancia cero con este tipo de comportamientos. No nos representan.”
Por su parte, la UE Costa Brava también se ha posicionado, y ha querido “condenar cualquier acto racista en el deporte y en la vida”. Además, han agradecido al personal del Barça B su “rápida actuación con tal de evitar este tipo de actos”. El club catalán ha concluido su mensaje con un enérgico “Ante el racismo, ¡tolerancia cero!”.
Desgraciadamente, episodios así no son precisamente extraños de presenciar en el fútbol español. El pasado mes de enero, sin ir más lejos y en la categoría equivalente a Primera RFEF –Segunda División B-, el Atlético Baleares denunció insultos racistas de la afición del filial del Atlético de Madrid; eso sí, generalmente se recuerdan episodios más sonados e icónicos como el plátano que Dani Alves se comió en 2014.
Sin embargo, el público no es siempre el protagonista. Recientemente, el futbolista Juan Cala fue acusado por Mouctar Diakhaby de llamarle “negro de mierda”, aunque ningún audio pudo encontrar pruebas del insulto. Otro episodio más sonado fue el del duelo entre el PSG y el Basaksehir en Champions: el cuarto árbitro, Sebastian Coltescu, describió al futbolista Pierre Webó con un comentario racista: “El negro de ahí, ve y comprueba quien es. El negro de ahí no puede actuar así”.