En este mercado de fichaje de locos, con operaciones de primer nivel pendientes de resolución en el último momento -caso de Kylian Mbappé- y movimientos impensables hace unos meses (Leo Messi y Sergio Ramos al PSG; Cristiano Ronaldo al Manchester United, etc.), hubo un traspaso que habría provocado un auténtico terremoto en el planeta fútbol.
Cristiano decidió este verano que su etapa en la Juventus estaba finiquitada. En tres años en el conjunto del Norte de Italia el portugués ha vivido sonoras decepciones: entre ellas destacan las eliminaciones, curso tras curso, en la Champions League o la nefasta Serie A realizada la temporada pasada, cuando la Vechia Signora sufrió para clasificarse entre los cuatro primeros.
El astro luso estaba decidido a probar suerte en otro club. Y durante varios días el mejor posicionado fue el Manchester City de Pep Guardiola. Sin embargo, una llamada de Sir Alex Ferguson cambió el rumbo de los acontecimientos y terminó con Cristiano en el United.
Cristiano Ronaldo lamentando una ocasión con la Juventus, el curso pasado / EFE
Ofrecimiento a Laporta
Antes de que eso pasara, hubo un ofrecimiento que podría haber sacudido los cimientos del fútbol españols. Según ha informado el programa Tot Costa, de Catalunya Radio, el agente del portugués, Jorge Mendes, tanteó a Joan Laporta para que Cristiano recalase en el Barça.
El club blaugrana, de acuerdo a esta información, declinó rápidamente la oferta de Mendes. En la entidad barcelonista no consideraron siquiera la llegada del ex jugador del Real Madrid, probablemente con unas exigencias económicas en materia de salario muy superiores a lo que el Barça puede permitirse hoy en día.
Leyenda del madridismo
Sin duda Laporta y los suyos también tuvieron en cuenta el impacto que para la hinchada culé habría supuesto ver a Cristiano vestido de azulgrana. El portugués es una auténtica leyenda del Real Madrid y el máximo goleador histórico del club merengue, además de uno de sus jugadores más laureados. La simple posibilidad de ver al luso con la camiseta del Barça suena a quimera, ¿pero qué hubiese pasado si Laporta acepta la propuesta de Mendes?