La gran amenaza de Japón a España por la medalla olímpica

España está a tan solo un partido de tener una medalla asegurada, pero para ello deberá vencer a Japón este martes a las 13.00h. Los de Luis de la Fuente llegan a las semifinales tras remontar con épica a Costa de Marfil, y se enfrentarán a una selección anfitriona que no gana una medalla en esta disciplina desde 1968.

España celebrando su pase a cuartos de final ante Argentina / RFEF

España celebrando su pase a cuartos de final ante Argentina / RFEF

El líder de esta selección, sin lugar a dudas, es Takefusa Kubo. El futbolista del Real Madrid, formado en la Masía, encabeza una selección que quiere dejar una buena impresión delante de su público.

Kubo, seguro de sí mismo

En unas declaraciones posteriores al partido de cuartos ante Nueva Zelanda, Kubo aseguraba que ahora dará “el 120% o el 150%”, y no lo dejaba ahí: “Llevaré a mi equipo hacia la victoria”. El japonés, que ha sido clave en los cuatro partidos de Japón en los Juegos Olímpicos, se enfrentará a España, un rival de más alto nivel en comparación a los anteriores.

El partido será especial para Kubo, ya que España es un país importantísimo en su carrera. Tras ser formado en la Masía pero tener que volver al Japón por las sanciones de la FIFA al club catalán, en 2019 Kubo fichaba por el Real Madrid.

Take Kubo en un partido con el Villarreal / EFE

Take Kubo en un partido con el Villarreal / EFE

Sin embargo, la semana pasada en Culemanía analizábamos cómo el nipón, al contar como extracomunitario, tendría muy difícil la continuidad en la plantilla de Carlo Ancelotti. La Real Sociedad es, actualmente, el club mejor posicionado para hacerse con los servicios de Kubo, que enlazaría su cuarta cesión tras pasar por Mallorca, Villarreal y Getafe.

Pese a que tan solo en Mallorca contó con regularidad y protagonismo, el club blanco sigue confiando en él, pero busca nuevas fórmulas para darle salida pero conservar su ficha. Con toda seguridad el club blanco monitorizará su actuación ante España y en un hipotético partido por el tercer puesto o final, algo que podría revalorizar al jugador.