A semifinales. Llegó el día. La selección española tenía una gran cita en estos Juegos Olímpicos en lo que es la ronda correspondiente a los cuartos de final en la búsqueda de la medalla de Oro en Tokyo. El rival era todo un hueso duro de roer: Costa de Marfil. Luis de la Fuente, tuvo que poner toda la carne en el asador para doblegar a uno de los conjuntos más rocosos en lo que va de torneu. Un 5-2 para España con prórroga incluida que puso la guinda a un campeonato excelente. Rafa Mir fue el héroe del partido tras conseguir un hattrick. A semifinales.
Las alineaciones
España: Unai Simón; Mingueza, Eric García, Pau Torres, Miranda; Zubimendi, Merino; Asensio, Pedri, Olmo y Oyarzabal.
Suplentes: Álvaro Fernández, Vallejo, Cucurella, Carlos Soler, Bryan Gil, Moncayola y Rafa Mir.
Costa de Marfil: Tape; Singo, Bailly, Dabila, Diallo; Timité, Kouassi, Kessié, Gradel; Tao y Kouamé.
Suplentes: Nagoli, Tie, Traoré, Zie Ouattara, Kouao, Amad Diallo y Kader Keita.
Minuto fatídico
La primera parte comenzó con un dominio claro de la Roja. Un síntoma que se veía reforzado con la posesión, que llegó a ser de un 70-30. El gen de toque de la absoluta se quiere poner en práctica en este conjunto más joven. Hubo protagonismo blaugrana, con Pedri, Éric García y Mingueza. Este último protagonizó un minuto fatídico para los intereses de España: se lesionó en el minuto 8. Fue una recaída de su dolencia anterior, que se había recuperado en solamente 9 días. Vallejo fue su sustituto. En el córner siguiente tuvo lugar el gol de Costa de Marfil. Fue un balón centrado al segundo palo, entró Bailly con todo y tocó la bola casi sin querer. Se fue al palo y entró en la portería de España. Problemas para la selección.
Dani Olmo y Mikel Merino, titulares con la Roja / EFE
La Roja tuvo que reaccionar y así fue. Dani Olmo fue el protagonista en ese sentido. En el minuto 30 el español recogió una cesión al portero Tape por parte de Singo. Se quedó muy corta y Olmo fue el más listo: introdujo el balón en la red. Respiró España. La cosa no quedó ahí. El colegiado anuló un gol de Oyarzábal por fuera de juego. La remontada se quedó a medias. El descanso llegó con buenas sensaciones por parte de los de la Roja.
La segunda parte, igualada
Comenzó con dinámica parecida. Mucho respeto entre los equipos. España parecía que quería dar un paso adelante siempre con el dominio de la posesión proporcionado por Pedri. Eran un guante. Al igual que Asensio, que remató a la cruceta tras un fallo en la salida de balón de Costa de Marfil. El madridista tuvo la ocasión de adelantar a la Roja.
Rafa Mir, el salvador del partido / EFE
Sin embargo, ese dominio español tuvo una duración determinada. No duró para siempre. Costa de Marfil supo resarcirse e infringió su dosis de fuerza y optimismo para su beneficio. Los últimos minutos del encuentro fueron muy igualados y con mucha incertidumbre. Todo apuntaba a una prórroga, y eso que España tuvo la suya. Oyarzábal en el 89 se encontró con el meta africano en un mano a mano determinante. Sin embargo, el minuto 90 fue trágico para la Roja, que vio como encajó un gol tras una jugada de dudas aprovechada por Max Gradel. Un jarro de agua fría. Todo parecía perdido cuando solo faltaba el descuento aplicado por el colegiado. Rafa Mir, recién entrado, fue el héroe. En el minuto 93 devolvió la igualada al encuentro. El primer balón que tocaba. Llegar y besar el santo. Emoción en estado puro. Prórroga.
Tiempo extra y Var
El videoarbitraje fue el protagonista de la prórroga. Fue a través de un penalti provocado por Pau Torres, que intentaba rematar de cabeza un centro desde la izquierda. Bailly fue quien intentó taponar el remate utilizando su brazo izquierdo. El colegiado venezolano revisó el VAR para señalar la pena máxima que fue transformada por Mikel Oyarzábal de manera magistral. La segunda parte tampoco tuvo mucho que hablar. Hubo muchos parones y los jugadores parecían cansados. Eso fue lo que aprovechó Rafa Mir, que firmó un par de tantos más en el tiempo extra. Un hattrick que valía una semifinal olímpica.