La final de la Eurocopa, un torneo que se recordará por su emoción y los vibrantes encuentros disputados en estas cuatro semanas, ha dejado también una situación verdaderamente desagradable.
Tras el partido decisivo en Wembley, en el que Inglaterra cayó en los penaltis ante Italia, varios jugadores del equipo local han sido víctimas de insultos racistas y agresiones verbales, sobre todo en las redes sociales. Se trata de Jadon Sancho, Marcus Rashford y Bukayo Saka, los tres integrantes del combinado inglés que fallaron en la tanda de penaltis decisiva.
Tras el encuentro, diversos aficionados usaron sus perfiles en las redes para atacar a los tres jóvenes talentos ingleses. Además, el mural dedicado a Rashford en su barrio natal, Withington (Manchester), apareció el lunes con pintadas e insultos contra el delantero del Manchester United. Posteriormente, varios ciudadanos de la zona se acercaron para colgar mensajes de ánimo hacia el futbolista y de rechazo al racismo.
Marcus Rashford, tras la derrota de Inglaterra contra Italia en la final / EFE
"El racismo no es parte del fútbol"
Las reacciones de condena del mundo del fútbol ante este acoso no se han hecho esperar. Y entre ellas figura la del Barça, que este lunes emitió un tuit con un mensaje contundente: "Fallar un penalti es parte del fútbol y de la vida. El racismo no lo es".
El mensaje emitido desde la cuenta institucional del club blaugrana va acompañado de una foto en la que se ve a los integrantes del equipo inglés, abrazados por los hombros, en un instante de la tanda de penaltis.
Condenas al más alto nivel
En Inglaterra diversas personalidades e instituciones han condenado también estas agresiones. Así lo ha hecho también la federación inglesa de fútbol, que en un comunicado ha advertido que "quien esté detrás de un comportamiento tan repugnante no es bienvenido entre los seguidores de este equipo".
Por su parte, el primer ministro británico Boris Johnson, ha asegurado en un mensaje que los miembros de este equipo "merecen ser tratados como héroes y no ser víctimas de ataques racistas" y que "los responsables de estos ataques deberían avergonzarse".