Leo Messi se liberó en Maracaná. El crack argentino rompió a llorar y se abrazó a compañeros y técnicos tras la victora frente a Brasil. Ya con la cabeza fría y el corazón a menos pulsaciones, el diez puso sobre el papel las sensaciones que le ha dejado un torneo histórico para su selección.
El triunfo en esta Copa América es el primer título del combinado albiceleste desde 1993, cuando habían levantado su último entorchado continental. Pero es sobre todo el primero del mejor argentino (con la amable complicidad de Maradona) y del mejor jugador de todos los tiempos, después de varios sinsabores que han marcado la carrera de Leo con su selección.
Primera derrota y la final de Brasil 2014
El primer gran disgusto del rosarino llegó con apenas 20 años recién cumplidos. La Copa América de 2007, disputada en Venezuela, se resolvió también en un duelo entre los dos gigantes del fútbol sudamericano. En aquella ocasión los brasileños, en la ciudad de Maracaibo, endosaron un 3-0 a una selección con todavía un imberbe Messi.
Leo Messi, junto a Carlos Tévez, en la Copa América 2007, su debut en la competición / FCB
El diez tuvo que esperar siete años para afrontar su siguiente final. Y en esta ocasión fue en la búsqueda de un título aun mayor: el Mundial. En el campeonato celebrado en Brasil los argentinos, ya con Messi como gran estrella, alcanzaron la final tras un arduo camino. Pero en ella sucumbieron contra Alemania, que anotó el triunfo de la victoria de forma agónica, en la prórroga (1-0).
Las dos tandas contra Chile
Sin apenas espacio para digerir la derrota, Leo vivió en los dos años siguientes otros dos nuevos sinsabores vistiendo la albiceleste. En 2015, en la Copa América disputada en Chile, el equipo anfitrión venció a Argentina en los penaltis tras el empate en el tiempo reglamentario (0-0).
Un año después, para dolor de todos los argentinos y del propio Messi, la historia se repitió casi calcada. En la Copa América Centenario (2016) disputada en Estados Unidos, Chile y Argentina volvieron a jugarse el trofeo desde los once metros. Tras iniciar la tanda con un fallo del chileno Arturo Vidal, el crack rosarino repitió error mandando el balón a las nubes.
El error de su gran estrella precedió a una nueva victoria de los chilenos en una tanda de penaltis frente a Argentina. De aquel partido quedará para la historia la imagen de un Messi hundido y con la cara tapada por su camiseta, tratando de ocultar un dolor que cinco años después parece por fin haber vengado.