Un invitado inesperado causó buena parte del peligro que Italia le generó a España en Wembley. Ante una Italia mucho más defensiva que en otros choques de la Eurocopa, buena parte de su peligro llegó por el flanco izquierdo.
Allí estaba un jugador que comenzó el torneo como suplente y que vio cómo su rival por ese puesto se convirtió, hasta su lesión, en el hombre más destacado de la azzurra. Leando Spinazzola se rompió el tendón de Aquiles en los cuartos de final contra Bélgica. Así que a Roberto Mancini no le quedó otra que tirar de Emerson Palmieri, lateral de 26 años y jugador del Chelsea inglés.
Rompiendo las líneas de presión
Palmieri -que además de llamarse Emerson, guarda otra semejanza con Emerson Royal, el nuevo fichaje del Barça para el lateral: ambos nacieron en la ciudad brasileña de São Paulo, aunque el primero luego se nacionalizaría italiano-, para sorpresa de muchos, fue de lo mejor del combinado transalpino en la semifinal.
Chiesa, autor del gol de Italia contra España en Wembley / EFE
El zaguero fue capaz de romper las líneas de presión planteadas por Luis Enrique y de generar desequilibrios en el equipo español, provocando algunas de las ocasiones más claras para su equipo. La principal, en el minuto 45, justo al filo del descanso, cuando Palmieri estrelló un balón al poste en la portería de Unai Simón.
En otras ocasiones, el jugador de origen paulista fue capaz de superar a César Azplicueta, compañero suyo en el Chelsea y a priori una de las piezas más seguras de la zaga española.
Suplente claro en el Chelsea
A pesar del protagonismo adquirido por el lateral en este tramo final del torneo, la situación del jugador en su club es sorprendente. Palmieri aterrizó en Londres procedente de la Roma por 20 millones de euros, pero en el Chelsea, reciente campeón de la Champions, acumula dos temporadas siendo un suplente claro.
Los jugadores del Chelsea, celebrando el gol contra el City que les dio la Champions League / EFE
En su mismo puesto la titularidad le corresponde a Ben Chilwell, o en su defecto al español Marcos Alonso. Aunque quizás el escaparate de la Euro le sirva para cambiar su situación en el equipo londinense o, quién sabe, llamar la atención de otro gran club de Europa.