La Eurocopa llega a su recta final y este martes España e Italia jugarán el primero de los últimos tres partidos de esta competición. En esta semifinal, que se jugará en Wembley, las dos selecciones del Mediterráneo se volverán a ver las caras cinco años después de que los azzurri eliminasen a la Roja en octavos de final de la Euro 2016.
Los jugadores de la selección española de Luis Enrique celebran un gol durante la Eurocopa / EFE
España, que ha ganado sus partidos de octavos y cuartos a base de sufrir de lo lindo, llega dispuesta a ganarse una plaza en la final, y para ello deberá vencer a una selección que lo ha hecho prácticamente todo bien. Si algo está claro es que ambos países se conocen y la rivalidad no será poca.
Cuatro Eurocopas seguidas de enfrentamiento
Los partidos del siglo XXI entre ambas selecciones han sido bastante habituales, tanto que en las últimas cuatro Eurocopas hemos podido disfrutar de un España-Italia.
El primero de ellos fue en cuartos de final de 2008. En ese partido, España volvía a intentar superar la maldición de los cuartos, y después de 120 minutos con mucha defensa y ningún gol, ambos conjuntos se lo jugaban todo en los penaltis. Casillas atajó a Di Natale y De Rossi, y Cesc marcó el penalti decisivo que hacía a España quitarse los fantasmas de la cabeza y avanzar en un torneo que terminaría ganando.
Cuatro años después ambas selecciones se volvieron a encontrar, esta vez en la final. En una exhibición absoluta de la Roja, los de Del Bosque arrollaron por 4-0 a los italianos en una noche que serviría para alimentar una rivalidad que Giorgio Chiellini describió en la EURO 2016 al afirmar que desde 2008, la Roja había sido la “némesis” de los azzurri.
Giorgio Chiellini en una acción ante Bélgica en la EURO 2020 / EFE
Horas después de esas declaraciones, Chiellini marcaría un gol ante España en los octavos de esa competición, que sumado al de Pellè en el descuento daría a los italianos el pase a cuartos. La cuarta vez seguida que ambas selecciones se enfrenten será este martes en Wembley, y el ganador se irá a la gran final ante Dinamarca o Inglaterra.
Mirando más allá en la historia, otro de los encuentros míticos entre ambas selecciones es la denominada Batalla de Florencia, partido de cuartos de final del Mundial de 1934 protagonizado por la violencia (once jugadores cayeron lesionados, siete de ellos españoles) y las ayudas arbitrales a Italia, que jugaba de local y bajo la protección de Mussolini.
En total, España e Italia se han enfrentado en 37 ocasiones y, curiosamente, el balance final no podría estar más igualado, pues cada selección ha vencido en once partidos y el resto han sido quince empates.
Luis Enrique se quiere vengar
También en términos del siglo anterior, uno de los partidos míticos de España e Italia es el enfrentamiento que tuvo lugar en el Mundial de Estados Unidos de 1994. En ese encuentro la acción principal no tuvo que ver con el balón, sino con el codazo que Tassotti propinó a Luis Enrique y que no tuvo ningún tipo de consecuencia pese a dejar la nariz de Lucho llena de sangre.
Ahora, Luis Enrique es el técnico de la Selección Española y puede, 27 años después, eliminar a la selección que hizo vivir uno de los partidos de la Roja más polémicos y frustrantes.
Ambas selecciones llegan en un momento anímico inmejorable. Los italianos llevan 32 partidos oficiales sin perder, hicieron una fase de grupos perfecta consiguiendo tres victorias, y después pasaron ante Austria y Bélgica no con poco sufrimiento. El único problema que tienen los azzurri es la ausencia de Spinazzola, carrilero que estaba siendo uno de los MVPs del torneo y que, lesionado de gravedad ante Bélgica, no jugará hasta finales de año como mínimo.
La selección italiana celebra su pase a semifinales de la EURO 2020 / EFE
Por su parte, España llega tras jugárselo todo en el último partido de la fase de grupos, ganar a Croacia en la prórroga y a Suiza en una tanda de penaltis en la que Unai Simón fue el héroe. El grupo está unido y confía, como afirma Sergio Busquets cuando define al equipo como “grupo especial”.
Curiosamente, ambos equipos se volverán a ver las caras el 6 de octubre de este mismo año, día en el que jugarán la semifinal de la Liga de Naciones. Con total seguridad, el equipo que resulte perdedor mañana verá este encuentro como una ocasión perfecta para la revancha, aunque las competiciones no sean remotamente comparables.