Los mediocentros no la meten de penalti

Los mediocentros fallaron. La decisiva tanda que obligó a ir a España y Suiza tuvo muchos fallos en lo que a lanzadores se refiere. En particular, los mediocampistas. Fueron Busquets y Rodri los que se encargaron de poner más suspense a lo que parecía ser la resurrección de la maldición de los cuartos de final.

Busquets, recibiendo instrucciones de Luis Enrique / EFE

Busquets, recibiendo instrucciones de Luis Enrique / EFE

El jugador del FC Barcelona fue el encargado de chutar el primer penalti. Él abrió la lata. Cierto es que no se trata de un jugador cuya especialidad sea el lanzamiento de 11 metros, pero tampoco habría sido la primera vez que chutase un penal. Lo hizo. Engañó al portero que se tiró a su izquierda y el de Badía se decantó por el lado opuesto: el balón al palo. Malos augurios.

Rodri, otro mediocentro

Es curioso que los jugadores de esta posición sean los que fallen las penas máximas. Se consideran  futbolistas técnicamente experimentados y hábiles. De hecho, en la lista de Luis Enrique tuvieron prioridad por encima de internacionales como Thiago, Pedri o Alba. De hecho, el canario fue cambiado para cambiar de lanzador y que no tuviese esa responsabilidad tan grande. El jugador del Manchester City tuvo la misma fortuna que el del Barça: un fallo que condenaba a La Roja. Era imperdonable. Curiosamente, Luis Enrique, seleccionador nacional, según revelaron las cámaras que emitieron el partido, elaboró una lista de siete lanzadores. Él no se decantó por ninguno en especial. La dio a sus jugadores y ellos se postularon para dar la cara. No salió como esperaban ya que hubo dos errores que supusieron contratiempos muy serios en el devenir de la tanda.

Simón fue el héroe

Sin embargo, la noche tenía preparada el boom final. Un desenlace que  nadie esperaba. De hecho, España llevaba meses renegando de la portería. No había nivel se comentaba. El debate en la portería era tema de conversación en las tertulias deportivas o en las páginas de los periódicos que trataban el tema. Pero hubo un destacado ganador: Unai Simón.

Unai Simón, héroe de España EFE

Unai Simón, héroe de España / EFE

El portero del Athletic club de Bilbao se convertiría en el hombre del partido, así lo anunció la organización al término del encuentro. Encuentro que llevaba estampado su sello con permiso de Oyarzábal, que transformó el de la victoria. El sello que no se borraría nunca. Unai detuvo un penalti que supuso la igualada del combinado español. Pero la cosa no acabó ahí. Simón repitió la gesta: dos penaltis parados. España olvidaba de un plumazo el debate. Estaba claro lo que pasaba. La Roja ya tenía portero. Un guardameta que regaló a millones de espectadores un pase a semifinales de una Eurocopa.