Dos partidos con Sergio Busquets en el campo y dos victorias. Este es el balance de España en esta Eurocopa y el reflejo de la importancia que el centrocampista blaugrana tiene en el juego de La Roja.
El fallo grosero de Unai Simón en el minuto 20 del partido contra Croacia dejó al combinado español medio grogui. Tras un buen inicio, el primer gol croata mermó la autoconfianza no sólo del portero, sino de todo el equipo de Luis Enrique.
Ahí es donde aparecieron los galones de Busquets. El capitán se echó el equipo a la espalda y empezó a mover el balón con fluidez. Cuando la posesión estaba en manos del conjunto balcánico, el centrocampista culé se mostró muy seguro al quite, cortocircuitando el juego croata y amargando la vida a la estrella rival, Luka Modric.
Los jugadores de España celebran el quinto gol a Croacia en octavos de la Eurocopa / EFE
Los jugadores de España celebran el quinto gol a Croacia en octavos de la Eurocopa / EFE
Substitución con molestias
El rendimiento de Busquets fue especialmente bueno al final de la primera parte y en la segunda, cuando España remontó el tanto inicial de los croatas. En la prórroga a Busi se le notó cansado y castigado físicamente, lo que provocó su substitución en el minuto 11.
Aun así, la UEFA reconoció el excelente partido del de Badia del Valles, otorgándole el premio a mejor jugador del encuentro. Sobre las molestias con las que se retiró al banquillo, el centrocampista les quitó hierro al final del partido.
"Estoy bien. Quizá ha sido un partido muy físico, de un esfuerzo físico muy grande. Tenía molestias musculares, pero nada, estoy bien. Tenemos días para recuperar para los cuartos de final", dijo Busquets para tranquilidad de compañeros y afición.
Sergio Busquets saluda a la afición en un partido de la Eurocopa / EFE
Busquets saluda a la afición en un partido de la Eurocopa / EFE
Rol en el Barça
El rendimiento de Busquets en este torneo está avalando de algún modo la apuesta que Ronald Koeman hizo por él la temporada pasada, convirtiéndole en un fijo del once del Barça siempre que estaba bien físicamente. Y manda un mensaje rotundo a Joan Laporta: Busi, a pesar de la edad, no se toca.