La hora de la verdad. Lo de Eslovaquia era pasado. Los de Luis Enrique eran conscientes de que tenían un rival duro. Se iba a meter atrás pero con peligro arriba. Una lectura de partido por parte de Luis Enrique que vio cómo empezaron perdiendo. Sin embargo, el equipo, con Gerard Moreno y Jordi Alba suplentes, supo remontar el encuentro con un trabajo difícil. Sin embargo, España se durmió y se dejó empatar con la consiguiente prórroga. El tiempo extra sonrió a La Roja que aprovechó las ocasiones que tuvo con dos goles. Morata, salvador. 3-5. A cuartos con sufrimiento.
Alineaciones
España: Unai Simón; Azpilicueta, Èric García, Laporte, Gayà; Busquets, Koke, Pedri; Sarabia, Morata y Ferran Torres.
Croacia: Livakovic, Juranovic, Vida, Caleta-Car, Bradaric; Brozovic, Kovacic, Modric; Vlasic, Guardiol y Petkovic.
España salvó la primera mitad a pesar del gafe
El partido tuvo un guión previsible: España con la posesión y Croacia esperando atrás. Los de Luis Enrique salieron con mucha actitud y con algo muy importante que describe a un equipo que tiene hambre: la presión. Croacia, con Modric a la cabeza, no tenía prisa y prefirió esperar siendo cautelosos. Con el balón en pies de La Roja, las ocasiones llegaron. Sobre todo la primera gran ocasión con un culé como protagonista: Pedri. El canario, que se convertía en el jugador más joven en disputar un cruce en una Eurocopa, asistió a Koke. Fue en el minuto 15 cuando el del Atleti se plantó solo delante del meta croata y falló la ocasión: tiró al muñeco. Sin ni siquiera Croacia haber chutado, llegó el gol en contra. Un pase atrás de Pedri desde el centro del campo cediendo el esférico a Unai Simón supuso el gol en contra. El meta no pudo controlar y se metió el gol en propia. El debate de la portería volvía.
España salió muy concentrada / EFE
Cambio de guión. Los croatas se hacían con el control del partido. España, con nervios. El partido estaba en pausa, tranquilo y suavizado. No interesaba a España que necesitaba reaccionar. La grada animaba aunque lo veía difícil. Sin embargo una jugada liosa y correosa de la selección hizo justicia al marcador: gol de España y gol de Sarabia. Livakovic desvió con una gran parada un potente disparo de Gayà. El rechace le cayó al jugador del PSG en el corazón del área y fusiló al portero con un potente disparo. Racha del español. La tranquilidad llegó al banquillo de Luis Enrique, que había estado animando a sus jugadores sin parar. Y con esto llegó el descanso.
Final de partido terrorífico
El partido tuvo el mismo sentido. Con menos ritmo pero España buscaba el gol. De hecho, llegó al principio de la segunda. En el minuto 57. Remontada. España mandaba en el marcador por primera vez en el partido. La jugada llegó con un gran centro de Ferran Torres desde la izquierda, con Pedri rompiendo, que remató a bocajarro Azpilicueta para dar ventaja a La Roja. Los croatas empezaron a reaccionar. El tiempo ya corría en su contra. No se quedaron atrás. Puso el peligro en la portería de España con un remate a bocajarro de Gvardiol que atrapó Simón en dos tiempos. Recuperó la confianza después del gol encajado. Era tal la exaltación en el estadio que en el minuto 70 se escuchaban los “olés” de la hinchada española. Fue cuando Luis Enrique introdujo cambios: Sarabia y Eric García se marcharon por Dani Olmo Y Pau Torres.
Oyarzábal celebra el quinto gol / EFE
Morata seguía en el campo sin acierto a puerta. Solo un chute a puerta que fue gol. Era fuera de juego claro. El partido tuvo una lesión por parte de España con Gayà como protagonista. Jordi Alba entró en su lugar. Sin tiempo para calentar llegó el tercero. Fue la sentencia del combinado nacional. Ferran Torres fue el hombre de la primera sentencia. Acababa de entrar y mató a Croacia. El 3-1 vino con una definición perfecta con la zurda, que metió el balón largo recibido de Pau Torres entre las piernas del portero croata. Gol de pícaro. De Torres a Torres.
Momentos peligrosos
Sin embargo, el partido no estaba cerrado, y menos cuando Croacia recortó distancias con una jugada de Modric. Orsic fue el que la metió en una jugada liosa. Con España sufriendo y Croacia buscando el empate a la desesperada, llegó el descuento.
Vida, en el momento del empate de Croacia EFE
Fue el momento del partido en el que llegó la desilusión en España: el empate. Pasalic remató un centro lateral. Fue todo en un corto espacio de tiempo. Lo cual significó la prórroga.
Morata marcó la remontada con un zurdazo / EFE
El tiempo extra empezó. Y con ello los nervios, que eran muy visibles en los futbolistas. El pase a cuartos estaba en juego. No era para menos esa tensión. Pareció no afectar a Unai Simón, que hizo un paradón en el área pequeña y salvó el cuarto. Fue un intercambio de golpes, ya que Olmo tuvo la suya. Sin acierto. España siguió madurando las jugadas hasta que Morata recibió un gran centro de Dani Olmo. El criticado fue el héroe de la remontada. Salvador Morata. Pero aún no acabó ahí. La Roja se desinhibió y marcó la manita. Oyarzábal recogió otro centro de Olmo y no falló. La sentencia. Doble sentencia. Goleada con sabor a gloria. A cuartos tras sufrir. Pero a cuartos.