Este sábado a las 21.00 saltará al césped de Wembley una de las grandes selecciones de esta Eurocopa. Italia se enfrenta a Austria en el segundo partido de octavos de final, el primero con una candidata firme a llevarse el trofeo al cierre del campeonato.
Los resultados recientes muestran que hay que tomarse en serio a Italia. En la primera fase el equipo dirigido por Roberto Mancini ganó sus tres partidos, logrando siete goles a favor y sin recibir ninguno. La racha del combinado transalpino viene de lejos: suma la friolera de 30 partidos invicto y 11 consecutivos sin encajar un gol.
Más allá de marcadores, las sensaciones también acompañan a la cuatro veces campeona del mundo. Con una convocatoria plagada de nuevos talentos -acompañados de veteranos como Giorgio Chiellini, Leonardo Bonnuci o Ciro Immobile, entre otros- el equipo de Mancini apuesta por un fútbol bastante diferente al estilo de juego conservador y rácano que históricamente se ha asociado al calcio italiano.
Mancini cambia el rumbo
El juego de la azzurra no es más que el reflejo del cambio dado en los últimos años por la Serie A, donde cada vez más equipos apuestan por un fútbol ofensivo. Un guante que ha sabido coger a la perfección el seleccionador transalpino, que llegó al combinado nacional en un momento crítico. En mayo de 2018 Mancini aterrizó en la selección después de que el equipo no se clasificase para un Mundial (Rusia 2018) en más de medio siglo.
Roberto Mancini durante su etapa como técnico del Manchester City / Redes
Ante la necesidad, el ex técnico de Inter de Milán, Lazio y Manchester City, entre otros, apostó por una renovación de jugadores que lavaron la cara de la cuatro veces campeona del mundo. En la línea de sus experiencias previas en clubes, Il Belllo -apodo con el que se le conoce en Italia- acabó por implantar un fútbol ofensivo y directo sobre el área contraria.
Vínculo con Wembley
En su primer partido a cara o cruz en esta Euro, a Mancini probablemente le vendrán a la cabeza recuerdos de la que a buen seguro fue una de las derrotas más duras de su carrera como jugador. En ese mismo estadio, en Wembley, la Sampdoria, el equipo que encumbró a este talentoso delantero, perdió la final de la Copa de Europa de 1992 contra el Barça.
El mítico gol de Ronald Koeman en la prórroga privó al club de Génova del máximo título europeo y de alguna manera cerró el mejor ciclo de su historia, tras haber ganado una liga, una Recopa y varias Copas nacionales en los años anteriores.
Otras figuras en la Sampdoria
Se da la circunstancia, tal y como recoge este sábado El País, que buena parte de la actual estructura de la selección transalpina formó parte de aquella Sampdoria de finales de los 80 y principios de los 90. En el ataque, junto a Mancini estaba otras de las figuras del equipo, Gianluca Vialli, actual jefe de expedición de Italia. Y más atrás, en el medio campo, se desempeñanba Attilio Lombardo, hoy segundo entrenador de la azurra.
Todos ellos vieron cómo el mísil del hoy entrenador del Barça se colaba en la red de la Samp, cuando el partido parecía encaminarse a los penaltis. Un recuerdo demasiado potente para pasarlo por alto en la vuelta de Mancini y sus ex compañeros a Wembley, con la Eurocopa en juego.