No hay mayor lacra en el mundo del fútbol que la del racismo. Pasan los años y se supone que la sociedad evoluciona, pero sigue habiendo individuos que discriminan al resto por su color de piel y por su procedencia. Aunque es algo que existe en todos los ámbitos, en el fútbol, quizás por su visibilidad, es más notorio.

Y este sábado se cobró la vida de un joven exfutbolista. Seid Visin, joven de 20 años que se formó en la cantera del Milán, se suicidó este sábado por el clima de racismo existente en Italia. De origen etíope, fue adoptado cuando tenía 7 años por una pareja de Nocera Inferiore, en la provincia de Salerno.

Carta

Visin, que jugó también en el Benevento antes de dejar el fútbol para estudiar, dejó una carta explicando los motivos de su suicidio. Y no era otro que el racismo que ha vivido a lo largo de su vida: "Siento las miradas de asco de la gente por mi color de piel. Cuando me ven citan MussoliniCasapound Salvini".

Seid Visin en imagen de archivo

Seid Visin en imagen de archivo

El ex del Milán añade que "donde quiera que vaya, donde quiera que esté, donde sea que me encuentre, siento sobre mis hombros, como una piedra, el peso de las miradas escépticas, prejuiciosas, disgustadas y asustadas de la gente".

Visin apunta que "hace unos meses encontré un trabajo que tuve que dejar porque demasiadas personas, en su mayoría ancianos, se negaban a ser atendidas por mí. Me señalaron y me pusieron la responsabilidad del hecho de que muchos jóvenes italianos blancos no encontraran trabajo". Terrible.

"Miedo"

"Algo cambió dentro de mí", sigue, "como si en mi cabeza se hubieran creado automatismos inconscientes; como si me avergonzara de ser negro, como si tuviera miedo de ser confundido con un inmigrante, como si tuviera que mostrarle a la gente que no me sabían que yo era como ellos, que era italiano, que era blanco".

Visin concluye que "cuando estaba con mis amigos, me llevó a hacer bromas de mal gusto sobre negros e inmigrantes. Para enfatizar que yo no era de esos, que no era un inmigrante. El único motivo por hacer todo esto era el miedo".

Donnarumma, compañero de Visin en las categorías inferiores, se despidió de su amigo: "Conocí a Seid nada más llegar a Milán, vivíamos juntos en un internado, han pasado algunos años, pero no puedo y no quiero olvidar esa increíble sonrisa suya, esa alegría de vivir. Era un amigo, un chico como yo". Descanse en paz.