El Barça y La Masía confirmaron este domingo su poderío y liderazgo en el fútbol base español. Los culés se impusieron con autoridad al Sevilla (3-0) en la final de la XXX edición del Torneo LaLiga Promises Santander y se llevaron a casa el título. Se trata del triunfo número 11 de los catalanes en 29 ediciones de este torneo alevín en el que se dan cita las mejores canteras de España.
Los jugadores del Barça, celebrando su victoria en La Liga Promises / LaLiga
Los focos se los llevó un Edu Expósito que fue clave con un doblete. El cuadro blaugrana puso el juego y los goles, frente a un conjunto hispalense que trató de poner intensidad, pero que en ningún momento se acercó con peligro a la portería del Barcelona. Los culés cumplieron los pronósticos y se marcharon campeones de Vila-real.
Cambio de sistema clave
Eso sí, no fue hasta la segunda mitad que el Barça consiguió transformar su dominio desde el inicio en ocasiones y goles. Clave fue la llegada del descanso, cuando el técnico del Barcelona Jordi Pérez cambió el plan de partido. Lo que antes era posesión pasaron a ser ataques directos y la avalancha blaugrana arrasó al Sevilla.
Entonces, apareció precisamente Expósito para prácticamente sentenciar el encuentro y acercar el título a Barcelona. El futbolista blaugrana anotó los dos primeros goles de su equipo con cabezazos incontestables, contra los que nada pudo hacer el guardameta sevillista.
Los jugadores del Barça, celebrando su victoria en La Liga Promises / LaLiga
Con el 2-0, y de forma lógica, los hispalenses se lanzaron con todo al ataque para tratar de recortar la distancia. No solo no vieron portería, sino que descuidaron sus líneas defensivas. Unos agujeros que aprovechó Tunkara, a pocos minutos para el final, para poner la puntilla con un buen gol desde la frontal del área y certificar una victoria más que merecida para el cuadro blaugrana.