El barcelonismo quedó paralizado el 24 de mayo de 2001. De forma completamente repentina e inesperada, Javier Urruticoechea, mejor conocido como Urruti, falleció esa fatídica noche de hace 20 años en un accidente de tráfico. Perdió el control del vehículo cuando volvía de Sitges a Barcelona y se estrelló contra una valla protectora. No llevaba puesto el cinturón de seguridad y salió despedido.
El día anterior a su fallecimiento, Urruti estuvo en Sitges, donde participó en un torneo de golf. A las tres de la madrugada cogió su coche para regresar a casa. Josep Miquel Guasch, íntimo del legendario guardameta, se ofreció para llevarle a casa. Guasch explicó el día siguiente que Urruti le había dicho: "Sé que sufres por mí. Tranquilo, voy a 80". Fue, posiblemente, la última persona con la que habló.
Leyenda culé
Formado en las categorías inferiores de la Real Sociedad, debutó con el primer equipo txuri urdin en 1973, cuando tenía únicamente 21 años. Militó en el cuadro vasco hasta la temporada 1977-1978, cuando fue traspasado a mitad de curso al Espanyol. Tras tres años en el conjunto blanquiazul dio el salto al FC Barcelona.
Imagen de archivo de Urruti con el Barça / Redes
Defendió la portería del equipo azulgrana durante siete campañas, entre 1981 y 1988. Tiempo suficiente para convertirse en uno de los mitos del barcelonismo. Urruti jugó 147 partidos con la camiseta del FC Barcelona y fue uno de los referentes del conjunto catalán durante la década de los 80.
El guardameta vasco logró tres Copas del Rey, una Liga, dos Copas de la Liga, una Supercopa de España y una Recopa de Europa durante su etapa en el FC Barcelona. Además, en su tercera temporada como culé, la 1983-1984, se alzó con el Trofeo Zamora.
"Urruti, t'estimo"
Si por algo pasó a la historia Urruti fue por el penalti que paró al Valladolid en la Liga de 1985 que dio el título al FC Barcelona. Corrían los últimos minutos de partido y el guardameta adivinó las intenciones de Mágico González. Esa intervención desató la euforia del periodista Joaquim Maria Puyal, que exclamó "Urruti, t'estimo", una frase que es historia del barcelonismo.
Urruti, Migueli y Archibald, entre otros, celebran la Liga del Barça de 1985 / ARCHIVO FCB
En el momento de su fallecimiento, Urruti estaba colaborando con el por aquel entonces técnico del Barça, Carles Rexach, y su ayudante Alexanko. Se retiró en 1988, pero siguió vinculado al mundo del fútbol y se introdució en el de la política como candidato de Unió Democràtica.
El funeral por Javier Urruticoechea se llevó a cabo en la iglesia de Santa Tecla, en Barcelona, y sus restos fueron enterrados en el cementerio de Les Corts. El barcelonismo le sigue recordando 20 años después.